Mujeres creativas en Carnaval

Creatividad y recursividad. Estas son dos cualidades que hacen parte del ADN de cientos de mujeres que aprovechan la temporada de Carnaval para hacer crecer sus emprendimientos y enaltecer la fiesta grande de los cruceños a través de sus ideas creativas y sus habilidades manuales.

Las alpargatas de Roxana

Roxana Torrez Rojas, 45 años, está casada con Franklin Pardo Gallegos, se conocieron hace 22 años, cuando ambos trabajaban en una fábrica de calzados. Se enamoraron y se casaron, y pronto tuvieron dos hijos, a los que querían darles una mejor vida. Un día, decidieron empezar su propio negocio de alpargatas, un calzado típico y cómodo que se usaba mucho en las fiestas de Carnaval.

Esfuerzo y dedicación

Entre ambos lograron montar su taller en la zona sur de la ciudad, en la avenida Los Lotes. Bautizaron su negocio como Alpargatas Beibe, Roxana se encarga de diseñar y coser los zapatos, usando telas de diferentes colores y estampados, y por su lado, Franklin se ocupa de cortar y de la compra del material, además de llevar la contabilidad y la publicidad.

Al principio, solo vendían a sus familiares y amigos, pero poco a poco fueron ganando clientes y reconocimiento. Sus alpargatas se destacaban por su calidad, su variedad y su originalidad. En los días de Carnaval, la demanda se dispara, llegando a elaborar hasta 80 docenas de alpargatas a la semana, para la venta al por mayor en diferentes puntos de la ciudad y en tiendas. También realizan envíos a todo el país.

Las bisuterías de Rebeca

De igual manera, Rebeca García Laime, es una artesana que siempre tuvo el sueño de tener su propio negocio. Desde que era una adolescente, le gustaba crear accesorios con diferentes materiales, como perlas, chaquiras, mostacillas, cristales y lentejuelas. Su madre le enseñó a bordar y a tejer, y ella aprovechaba cada oportunidad para hacer algo nuevo y original. Rebeca decidió iniciar su emprendimiento contando con el apoyo de su esposo, que le ayudó a crear una página web y un perfil en las redes sociales, y así empezó a ofrecer sus primeros accesorios de moda con el sello RBK.

Originalidad en cada pieza

Al principio, sus clientes eran principalmente las madres de los compañeros de sus hijos, que quedaban encantadas con sus chinelas bordadas, las diademas, manillas y llaveros. Luego, gracias al boca a boca y la difusión en las plataformas del Facebook y WhatsApp, Rebeca empezó a recibir pedidos de exclusivos de personas, que buscaban algo especial y diferente para sus eventos.

Accesorios para fiestas

Se especializó en elaborar productos no solo para las comparsas, sino también para las fraternidades, universidades, graduaciones, matrimonios y bautizos, todo personalizado al pedido del cliente.

Cada día crece la demanda y así también realiza envíos a los nuevos clientes de otras ciudades. Considera que su negocio es rentable, pero como todo emprendimiento, tiene sus altibajos.

“Hay días buenos, como ocurre durante el Carnaval, por ejemplo, pero también hubo días malos, pero, una no se rinde al desafío”.

Antes de iniciar su emprendimiento, formó parte de una asociación de mujeres artesanas, pero luego tomó la decisión de continuar sola, buscando nuevos rumbos, y siempre con el apoyo de su familia. Su esposo es el que elabora los vídeos y hace los contactos. Sus hijos le ayudan en el tejido y el bordado, en especial su hija, que ha heredado su talento y su pasión.

Se siente orgullosa de su trabajo y agradecida con Dios por la oportunidad de cumplir su sueño, todo con fe, optimismo y perseverancia.