Un nuevo año. La vuelta a clases es una época de transición anual para los estudiantes. Ayudá a los que tenés en casa a llegar sin cansancio y dispuestos a enfrentar los nuevos retos escolares

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1 de febrero de 2017, 4:00 AM
1 de febrero de 2017, 4:00 AM

El regreso a clases será siempre un tiempo de adaptación y nuevas experiencias para tus hijos, que es antecedido por un largo periodo vacacional, donde sus hábitos han cambiado y están desacostumbrados a las labores escolares. Por eso, es aconsejable que los padres creen una rutina preescolar unos cuantos días antes del primer día,  y así irlos acostumbrando poco a poco a los horarios y a las tareas, indica la sicopedagoga Jannet Carmona Zambrana.  


Uno de los puntos más importante de este proceso es la adaptación a los horarios. Para ello lo indicado es enviarlos a dormir y despertarlos más temprano, explica Carmona.
Sugiere que también se les pida repasar las lecciones del año anterior, aunque para esto se debe tener en cuenta las necesidades particulares de cada niño o adolescente. Esto último determinará el tiempo que cada estudiante dedique a esta labor durante la etapa de adaptación. 

Compartir momentos
Dejarles tareas para cuando ellos se queden solos y repasar las materias juntos es la manera ideal de compartir momentos juntos. Estas actividades deben servir para que ellos tengan entusiasmo y expectativa por la llegada del nuevo año, sugiere la publicación Padres e Hijos, de ABC. 


Señala, como una de las estrategias más efectivas para motivar un regreso feliz a clases, involucrarlos en las compras de útiles, la preparación de los uniformes y otras actividades relacionadas con el colegio.


La publicación indica que también es positivo pedir a otros familiares y personas allegadas afectivamente el decirles frases positivas a los niños sobre el regreso a clases. Transmitir la alegría de iniciar un nuevo año diciendo: “Qué bien que empezás el colegio de nuevo” o “Este año la vas a pasar mejor que nunca” son mensajes cargados de energía para animar a los pequeños.  

Mantener la calma
Es normal que en los niños de kínder o primeros años de primaria no sean muy fáciles de convencer sobre los horarios y despierten de mal humor o les cueste entender por qué deben acostarse más temprano.


Tanto ABC como la experta piden no perder la calma en estos casos y tener siempre una actitud positiva con ellos, porque es una conducta que desaparece en los primeros días.
 Aunque advierten que si pasadas tres semanas sigue mostrando desinterés, le cuesta levantarse y cumplir las tareas del colegio, es útil buscar apoyo sicológico. “Cada niño requerirá pautas específicas para su caso”, dicen. 


La recomendación de Carmona es no rendirse y, de ser necesario, inscribirlos a clases de nivelación para que vayan poniendo empeño en el nuevo contenido escolar. “Recordá que esta etapa preparatoria al regreso de las aulas sirve para que tus chicos lleguen renovados y libres de cansancio”