Los conocimientos aprendidos de las abuelas y de su padre, son atesorados por esta mujer que han emprendido un trabajo artesanal que rinde hermosos y valiosos frutos todos los días

22 de febrero de 2023, 14:10 PM
22 de febrero de 2023, 14:10 PM

Rebeca María Hartmann Cabrera, es cruceña, nació el 5 de noviembre de 1997, es hija de Walter Hartmann y Roxana Cabrera, tiene dos hermanos. Es licenciada en Gestión del Turismo, un diplomado en el área (Universidad Gabriel René Moreno); y un diplomado en Pastelería Comercial, en la escuela gastronómica Huacataya.

Se autodefine como emprendedora. No tiene hijos humanos, pero sí cuatro perritos. Trabaja bajo el lema: Así sabe el amor, en referencia a su negocio Rebeca Hartmann Delikatessen, que delata la exquisitez de sus productos. Desde pequeña andaba metiendo las manos a la masa, veía a su padre preparar el Orangenkuchen, un queque de naranja, que le encantaba.

La pastelería despertó su curiosidad, sus dos abuelas le transmitieron el amor por las recetas ancestrales. “Gran parte de mi vida estuvo relacionada a este rubro, así que decidí emprender en el 2020, ya son tres años dedicándole mi amor total a mi marca, mucha dedicación en perfeccionar y hacer propias las recetas alemanas con las que trabajo. Vivo inspirada en llegar a las mesas de mis clientes con un toque dulce y exquisito en sus reuniones. Mi motivación más grande es demostrar que como mujer podemos llegar a sitios inimaginables, que todo está en el poder de nuestras manos y mente, para obtener lo que anhelamos”, afirma.



Solo hizo un curso intensivo de pastelería en la escuela gastronómica Huacataya, la mayor parte de sus conocimientos sobre pastelería se las atribuye a sus ganas de aprender, crecer e indagar. Ofrece pastelería auténtica alemana artesanal.

“Remo sola con el negocio, tengo el apoyo incondicional de mi hermano Michael, que es parte de todo mi crecimiento, mi papá, mamá y mi hermana también están pendientes y apoyándome en todo. La mayoría de las personas dejamos de intentar cosas por miedo, miedo a cómo va resultar, miedo a lo que los demás digan, de lo que estoy haciendo. Debemos empezar a hacer las cosas con miedo, con ese miedo que nos invade y con todas las ganas y energías puestas en aquello que nos llama y nos hace vibrar de alguna forma”, remarca”.

Para Rebeca la pastelería es en totalidad el idioma universal del amor. Es todo aquello que nos permite disfrutar con los demás, compartir y sentir momentos dulces unos con otros.