Convivencia social. En la cercanía de la efeméride nacional, conversemos sobre estos términos que se entrelazan con los deberes que le confiere una identidad o ciudadanía

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5 de agosto de 2022, 8:56 AM
5 de agosto de 2022, 8:56 AM

Contrario a lo que la mayoría piensa, la etiqueta social, no solo se relaciona a ocasiones formales y el proceder a la mesa. Es un mundo que guía al respeto, amabilidad, consideración, cortesía, una serie de cualidades positivas que exhortan a mejorar las relaciones entre los individuos en cualquier circunstancia.

Urbanidad y civismo

Claudia Stohmann Revilla, especialista en desarrollo social, profesional y personal, hoy nos muestra un norte para la base de la urbanidad, que, según el diccionario, es el comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás y el civismo, que es una forma de actuar ligada a una serie de valores de convivencia; para cumplir con deberes ciudadanos, respetando las leyes y contribuyendo al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad.

En resumen: “La cultura es algo más que erudición, es algo que se vincula con el civismo, con el comportamiento ordenado y responsable dentro de la comunidad”.

Las personas bien educadas, saludan a sus vecinos (incluyendo a quien atiende la tienda del barrio), son amables con todos, responsables, evitan hablar demasiado alto en lugares públicos, no muestran actitudes despectivas; y su respeto, es la tarjeta de presentación ante las costumbres, tradiciones y obviamente, el patriotismo y civismo de las diferentes sociedades.

Civismo y ciudadanía

Estos términos, apuntan a una buena conducta, común en el ente respetuoso y cordial percibido como buen ciudadano, que cumple normas de civilidad, reglamentos y, sobre todo, leyes. Obviamente, no deja de lado los aspectos patrióticos como el detenerse solemnemente ante el himno y/o iza de la bandera; se quita la gorra o el sombrero, guarda silencio y la circunspección necesaria de acuerdo con el momento y escucha con atención las palabras circunstanciales, dejando de lado el celular y cualquier otra charla; recordando que aún sin patriotismo -respeto y amor por la tierra natal o adoptiva y sus símbolos-, los momentos que requieren reverencia, deben respetarse.

La persona culta da muestra de valor cívico y se comporta correctamente en su hábitat, con una clara evidencia que además de ser amable y cortés, también sigue las reglas que le confiere una identidad o ciudadanía. Nunca tirará basura en la calle, no omitirá las señales o regulaciones de tránsito y no tendrá ningún procedimiento dañino en el lugar en que viva, entre otras acciones correctas para que una sociedad desarrolle.

El civismo es una sabiduría

Pierre-Henri Simón, un francés, historiador y novelista, dijo: “El patriotismo es una mística, mientras que el civismo es una sabiduría” y ojalá que aquellos que nos sentimos orgullosamente bolivianos, cruceños, paceños, alteños, tarijeños, potosinos, orureños, cochabambinos, benianos, pandinos, también seamos respetuosos y mostrar “etiqueta” en cada ocasión cívica y en el diario vivir de nuestros nueve departamentos y sus muchas ciudades.

Recordemos que ciudadanía también es respetar los símbolos patrios.

Asesora: Claudia Stohmann Revilla de A. es especialista en desarrollo social, profesional y personal