¡Un día con cabello bonito, es un día feliz!

Dice un proverbio italiano que la belleza de una mujer reside en su pelo. Aunque parezca una afirmación banal y exagerada, la frase recae en cierta medida en la importancia que tiene el cabello sano y hermoso para las mujeres.

Lo dicen los expertos: el pelo tiene consecuencias psicológicas positivas que nos permiten ser más productivas, sentirnos más seguras, menos estresadas y más fuertes. Esas afirmaciones son algunas de las conclusiones que se desprenden de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Yale, EEUU, para entender el poder y las consecuencias del pelo y de qué manera afecta a nuestra felicidad y éxito profesional.

Estos factores nos llevaron a consultar a la estilista Gigliola Sensano, educadora a nivel Bolivia de la marca americana de cuidado capilar Moroccanoil y propietaria de Espejito Beauty Salon, para que se refiera a la importancia del spa capilar, razón por la cual ella ha implementado este servicio en su centro de belleza.

“Al finalizar un tratamiento capilar en mis clientes y ver su sonrisa cuando tocan y mueven su cabello mirándose al espejo, en un momento de coqueteo natural con ellas mismas, es una inmensa felicidad para todos, por eso no dudo en la relación que hay entre el cabello y el bienestar emocional. En esta época donde vivimos con mucho estrés, ansiedad, miedo, enfermedades, virus, medicaciones fuertes, el cuidado de nuestro cabello ha retomado importancia, porque se ha incrementado la caída de cabello y la sequedad capilar”, afirma Sensano.

Pero la clave está en un correcto cuidado del pelo. El punto de partida de tener una cabellera sana no es solo usar champú y acondicionador, implica hábitos de buena alimentación y descanso, una rutina de cuidado capilar.

La experta enseña cómo hacer en casa un spa capilar básico, en siete pasos.

PASO 1. Cepillar y peinar

Peinar el cabello antes de cada lavado. Hacerlo en seco, nuestro cabello está en su estado más fuerte y resistente. Antes del lavado permite eliminar restos de lacas, gel o espumas y facilita el desenredado posterior en mojado (que debería hacerse con peine).

PASO 2. Exfoliar

Usar tratamientos pre-lavado adaptados a las necesidades de nuestro cuero cabelludo, al que debemos prestar la misma atención que a la piel de nuestro rostro. Hay mascarillas purificantes, exfoliantes de cuero cabelludo, pre-champús y hasta aceites antes del lavado. La clave está en elegir uno adaptado a las necesidades de nuestro cuero cabelludo: si es sensible, si tiene exceso de grasa o si está deshidratado y con picor. Por lo general suelen hacerse una vez a la semana. Solo si tenemos un cuero cabelludo sano, podremos tener menos caída, un pelo más fuerte y una melena más bonita.

PASO 3. Lavar con champú

Aplicar champú en las manos y luego en el cuero cabelludo, masajeando la raíz y los contornos. Realizar dos aplicaciones de champú, una primera aplicación rápida y una segunda en la que se deje actuar el champú entre 2 y 5 minutos. Enjuagar muy bien con abundante agua templada. Si el agua está muy caliente puede estimular la producción de las glándulas sebáceas. Y si está fría, no arrastra la suciedad. Un buen enjuague deja un cabello sedoso y con volumen. Si se aplica un chorro de agua fría al finalizar, se logra un efecto de brillo natural.

PASO 4. Acondicionar el cabello

Aplicar acondicionador para evitar que las puntas se debiliten a la hora de desenredar el cabello, además de ayudar a reducir el encrespado y la sequedad. Este paso se omite si en tu rutina te toca realizarte un tratamiento capilar.

PASO 5. Hidratar y restaurar el cuero cabelludo y las puntas

Una vez a la semana conviene aplicar una mascarilla específica para tu cabello. Si tu cabello está seco, opaco, encrespado o difícil de peinar, debes hidratar. Si está decolorado o alisado, debes restaurar o reparar. Si está teñido, usas planchas o secadora con frecuencia o la piscina, tienes puntas abiertas, está poroso o áspero, debes nutrir. Recomiendo que los tratamientos profundos los realices en salones o centros de belleza con la asesoría de un profesional.

PASO 6. Secar el cabello

Retira el exceso de agua con una toalla (preferiblemente de algodón) y usándola suavemente, sin frotar el cabello, solo presiona la toalla contra la cabeza para quitar lo mojado y que se seque naturalmente. Si usas secadora protege tu cabello con un protector térmico.

PASO 7. Proteger del sol

Aplica bálsamos o sprays anti-polución (proteger del sol, lluvia, viento, tierra) que sean específicos para tu cabello.

Fuente: Gigliola Sensano Facebook: Espejito Beauty Salón