Un regalo para la capital de los valles cruceños

Yo amo Vallegrande, dirá el letrero que está instalándose en la cabaña El Mirador de esa ciudad, medirá 1,20 m. de alto por 9 m. de largo. Fue gestado por los hermanos María de los Ángeles y Carlos Robert Peña Quevedo. Vallegrandinos de nacimiento y de corazón, por ello es que pensaron que para dar realce a los 411 años de fundación de su ciudad natal debían hacerle un regalo para incentivar el turismo en su región.

“Queremos promover la industria sin chimeneas, más allá de la leyenda del ‘Che’ Guevara y del Carnaval vallegrandino. Todos los días del año se puede visitar Vallegrande y en la ciudad hay muchos lugares para conocer y encontrar sano esparcimiento, las alturas del mirador donde tenemos la cabaña, es uno de los lugares más visitados para ver la campiña, por esto es que ahí estamos construyendo un inmenso letrero como un regalo a nuestra amada tierra”, expresa María de los Ángeles. 

La emprendedora 

María de los Ángeles, nació en Vallegrande, el 1 de marzo de 1980, es licenciada en Administración de Empresas de la Universidad Católica Boliviana. Especialista en Recursos Humanos, chef en Alta Cocina, graduada de IGA y exalumna de los cursos de capacitación a distancia de Para Ellas de EL DEBER y la UDI. 

Actualmente, su ocupación es ser repostera y propietaria de 'Detalles con Sabor', también es administradora de la Cabaña El Mirador de Vallegrande, a través de las plataformas de Booking, Airbnb, Expedia, teniendo visitantes de todo el mundo, atraídos por el clima, la gastronomía y la gente del lugar.

Es hija de Pedro Peña Villarroel (+) y Dora Quevedo Alviz, su único hermano es Carlos Robert y tiene dos hijos, María Victoria (13) y Carlos Andrés (10) Argandoña Peña. Rige su vida bajo la consigna de San Francisco de Asís: “Empieza hacer lo necesario y luego haz lo posible, y de pronto estarás logrando lo imposible”. Amante del deporte extremo, practica bici montaña y le apasiona bailar al ritmo de los caporales con la Fraternidad San Simón.

Sus emprendimientos 

‘Detalles con sabor’, se llama así porque cada detalle está hecho con amor, expresa al referirse a su pastelería. “Empecé con el restaurante ‘El Mirador’ que tengo en Vallegrande y por la pandemia tuve que cerrarlo, luego lo alquilé. Fue muy difícil porque no había otra opción, al detenerse los viajes, los que teníamos restaurantes y hospedajes, la pasamos muy mal”.

Recuerda que “en ese tiempo de la emergencia sanitaria, junto a una vecina empezamos hacer pan, luego postres y una amiga me dijo si podía hacerle una torta y le encantó, así otras personas me pidieron que les haga tortas, el boca a boca causó efecto y sin querer fui creciendo. Nunca pensé que me iba a dedicar a la repostería (qué no era lo mío, porque me gusta más cocinar)”, afirma esta emprendedora que se capacitó en la escuela de Inés España, en IGA y se actualizó con los cursos de Para Ellas.