La expresidenta se desvaneció ayer durante la audiencia en que solicitaba libertad. Cumplió nueve días en huelga de hambre y ahora está dispuesta a no ingerir líquidos. Carlos Mesa fue impedido de ingresar al penal

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18 de febrero de 2022, 4:00 AM
18 de febrero de 2022, 4:00 AM


La expresidenta Jeanine Áñez ha tocado fondo y sufre de depresión profunda. Tras padecer una descompensación durante la vigésimo segunda audiencia en la que solicitaba defenderse en libertad, anunció que radicalizará su huelga de hambre. Dejará de consumir agua. Sus hijos y abogados solicitaron a la exmandataria que desista de la radical medida, que hoy alcanzará el décimo día, pero hasta anoche la petición no había sido atendida. 

Carolina, la hija mayor de Áñez, con lágrimas en los ojos, relató a EL DEBER que le ha rogado a su madre que deje la huelga y consuma alimentos, pero ella se resiste. “Está cansada de ser sometida a un proceso completamente injusto. Dice que lo hace por Bolivia y por nosotros. Ya sufrimos en 2020, cuando ella era presidente, por la muerte de mi padre. No voy a permitir ver que mi madre pierda la vida, estamos desesperados”, expresó Carolina en medio del llanto.

En su cuenta de Twitter, posteó: “Imploro a los expresidentes constitucionales y a las autoridades democráticas que visiten a mi madre y se cercioren de su grave estado de salud. Sigue detenida ilegalmente, sin orden judicial y privada de atención médica. Jeanine Áñez salvó la democracia, ¡sálvenla a ella!”.

Su abogada, Norka Cuéllar, señaló que “Jeanine está dispuesta a iniciar una huelga seca. La situación es realmente desesperante, porque el ayuno que hizo fue realmente devastador. Si es que llega a hacer eso que nos dijo, se nos muere. No lo podemos permitir, pero ella está muy firme en su convicción”.

La Fiscalía General  acusó a Añez, en noviembre de 2021, de asumir la presidencia de “forma inconstitucional” y sin cumplir con las leyes, cuando gobernó el país entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020, después de la renuncia de Evo Morales, que escapó del país acusado por la OEA de fraude electoral.


Carlos Mesa
El ex jefe de Estado Carlos Mesa acudió la tarde de ayer al Penal de Miraflores para visitar a la exmandataria junto con la presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Amparo Carvajal, pero Régimen Penitenciario impidió el ingreso.

La hija de Áñez, cuando vio llegar a Mesa, rompió en llanto y lo abrazó, desconsolada porque poco antes había sido testigo de una descompensación en la salud de la exmandataria.

El Covid-19 fue el argumento central para impedir el ingreso de Mesa. “Si uno guarda las medidas de seguridad da lo mismo que tenga 25, 35, o 55 años, esto tiene nombre y apellido, no quieren permitir nuestro ingreso, el de Amparo (Carvajal) ni el mío de una manera arbitraria, las autoridades del penal no hacen otra cosa que cumplir obsecuentemente las órdenes del poder político. Quiero decirle al país que esta es una muestra flagrante de la existencia de una injusticia sistemática”, dijo el exmandatario luego de tratar de ingresar al centro penitenciario.

Quiero pedir respetuosamente a la expresidenta Jeanine Áñez que levante la huelga de hambre, está poniendo en riesgo su vida y ella tiene que tener la esperanza de que se haga justicia y de que quiénes estamos aquí afuera pelearemos porque se haga justicia, nadie está diciendo que no se someta a un juicio, cualquiera que este sea, pero que se someta a un juicio en condiciones de equilibrio, en condiciones de una justicia independiente, que en este momento no existe; mientras la justicia y el Ministerio Público estén secuestrados, ni ella ni nadie va a recibir un debido proceso”, alertó el exmandatario.

Horas antes, la familia logró el ingreso de un médico privado Karim Handam, quien evaluó la condición de salud de la exmandataria. Carolina Ribera y la abogada Cuéllar coincidieron por separado que fue muy difícil conseguir a un profesional que acepte revisar a Áñez, y denunciaron que anteriores galenos que aceptaron hacerlo incluso estuvieron en riesgo y bajo amenaza de perder sus trabajos.

Handam declaró a los medios que solicitó un examen de sangre, que será realizado esta mañana a primera hora. Aseguró que su condición es “delicada”, pero que no es necesaria una internación, porque se la puede tratar en el penal. Explicó que sufre una deshidratación severa por la falta de alimentos, y para contrarrestarlo se requiere que le administren medicación y suero por vía endovenosa.

Remarcó que seguir el tratamiento sugerido “depende absolutamente de la paciente”, pero cuando se le preguntó si ella habría rechazado la posibilidad de recibir el suero, respondió que “eso es parte del secreto médico. Me abstengo de responderle”.

La familia reiteró que la decisión de Áñez de no recibir alimentos es categórica. Se supo que los defensores insistieron en que el relator de Naciones Unidas para la independencia de jueces y abogados, Diego García-Sayán, visite a Áñez, y en uno de los puntos le solicitaron que en ese encuentro le pida que desista de la huelga de hambre”.

Pero poco después de que el doctor Handam se retiró, y mientras la expresidenta asistía a la décima segunda audiencia para solicitar su libertad, se descompensó, con lo que la teoría de que su salud está controlada quedó en entredicho.

El episodio está registrado en la transmisión de la audiencia virtual. En medio del procedimiento se podía advertir el estado de fragilidad de Áñez, ayer en su noveno día de huelga de hambre al interior de la cárcel de Miraflores.


“Es inhumano que sigan con esta audiencia. La señora está completamente mal, está temblando. No se puede ni siquiera parar, si lo hace, se desmaya”, dijo la abogada Norka Cuéllar.
La jurista, junto a Carolina Ribera, intentaban calmarla, mientras personal médico del recinto penitenciario la atendía. Una de las doctoras dijo que presentaba una “crisis ansiosa” y que era necesario “estabilizarla”.

La abogada relató, posteriormente, que Áñez no podía dar un paso. Y que el personal del penal tuvo que llevarla cargada en la silla en la que se había sentado para la audiencia hasta su celda en el segundo piso del penal.

El juez reprogramó la audiencia para el lunes 21 de febrero a las 15:00, ante el reclamo airado, tanto de los abogados de la exjefa de Estado, como de los representantes de la Procuraduría, el Ministerio de Gobierno y otras instancias estatales.

El Gobierno garantizó la mañana de este jueves que la expresidenta está “completamente estable” y que no habría por qué preocuparse. Sin embargo, Carolina Ribera, aseguró que el Gobierno miente. La expresidenta cumple hoy 10 días de huelga de hambre en la cárcel de Miraflores.

El ministro Eduardo del Castillo informó que la exautoridad fue sometida a una valoración médica y se concluyó que presenta parámetros normales. Aseguró que se toman todas las medidas necesarias para garantizar el bienestar de todos los privados de libertad del país.

Esto se produjo antes del ingreso de Handam, quien aseguró que tuvo libertad para revisar a la expresidenta, pero salió junto con los médicos del penal y se reunieron con la familia.


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