Este jueves concluyen los alegatos y la Corte Internacional de Justicia se replegará a deliberar el fallo final que puede darse en noviembre

13 de abril de 2022, 11:49 AM
13 de abril de 2022, 11:49 AM

El equipo de juristas que representa a Bolivia en el juicio por las aguas del Silala informó a los 17 jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que el país no reclama “una deuda histórica” por el uso de esos recursos hídricos.

“Permítanme dejar perfectamente claro que Bolivia no reclama ninguna deuda histórica en este procedimiento”, remarcó el jurista estadounidense Rodman Bundy durante la segunda ronda de alegatos orales que concluye esta semana en la Corte de La Haya.

Bundy señaló, además, que “cualquier reclamación que exista de los usos pasados de las aguas del Silala será una cuestión de derecho privado entre el departamento de Potosí y la empresa FCAB (Ferroviaria Antofagasta-Bolivia), y quizá otras empresas chilenas por el incumpliendo de los términos y condiciones del contrato de concesión”.

En 2016, Chile demandó a Bolivia para que el máximo tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU) declare al Silala como un “río internacional de curso sucesivo” y reclamó un supuesto “derecho al uso compartido y equitativo” de esa reserva hídrica.

Dos años después, Bolivia respondió a la demanda de Chile con una contrademanda con la que pidió a la CIJ que reconozca la potestad soberana sobre las aguas del Silala y las obras de canalización construidas en su territorio para poder mejorar el flujo de esa agua a Chile.

Además, Bolivia planteó un acuerdo con Chile en caso de que este país decida seguir recibiendo el caudal de las aguas en la actual magnitud, unos 160 litros por segundo. Bundy afirmó que en caso de las aguas superficiales no se requiere de un pacto, puesto que éstas deberían fluir de manera natural.

“Si Bolivia prefiere desmantelar la canalización y Chile prefiere el estatus quo por los beneficios que recibe, en ese caso tendría que haber un acuerdo entre las partes sobre los términos y condiciones en que se mantendría la infraestructura”, señaló Bundy.

“Esto incluye la compensación a Bolivia por los beneficios que Chile obtendría por seguir recibiendo el flujo superficial mejorado en lugar de tener que recurrir a las aguas subterráneas más difíciles de acceder”, remarcó el jurista.

Las canalizaciones se construyeron luego de 1908 cuando la empresa anglo chilena The Antofagasta-Bolivia Railway Company -hoy FCAB- logró un acuerdo con Potosí para usar el agua del Silala para alimentar las antiguas locomotoras a vapor que ahora ya no se usan.

Este acuerdo fue anulado en 1999 y fue cuando comenzó la controversia con Chile y el reclamo de organizaciones cívicas de Potosí por una “deuda histórica”. Bolivia presentó estas pruebas a la CIJ y están a disposición en su sitio en internet.

Eso sí, las pruebas también reflejan la intención de ambos de hacer “estudios compartidos” sobre esa reserva y otras que están en la frontera. La documentación también tiene que ver con las compensaciones que Chile llegó a aceptar un pago por el uso de esas aguas.

Entre estas pruebas está una copia del “Acuerdo Inicial sobre el Silala” (preacuerdo) que fue consensuado en Santiago el 13 de noviembre de 2009 por el Grupo de Trabajo de las Aguas del Silala y Recursos Hídricos que se creó en 2004 con miras a la resolución de esta controversia. Allí, Chile acepta pagar por el 50% de las aguas.

La negociación de estas compensaciones, que Chile endosaría a las empresas privadas para abastecimiento humano e industrial, se ven reflejados en otras ocho actas, pero especialmente en el borrador final que se acordó el 28 de julio de 2009.

El pacto no prosperó por  el rechazo de Potosí que demandó el pago del 100% de las aguas y el total de la “deuda histórica” que corresponde al usufructo que comenzó en 1908, cuando se firmó el acuerdo entre la Prefectura de Potosí y la empresa ferroviaria anglo chilena Bolivian-Antofagasta Railway para abastecer a las antiguas locomotoras a vapor.

Los alegatos orales en el juicio del Silala concluyen este jueves,, 14 de abril, con una presentación de Chile. Tras esta vista judicial, los jueces de la CIJ se replegarán a deliberar su fallo que puede darse en noviembre.