Primero, el ministro de Economía ofreció un 1,5% al salario mínimo y mantuvo el 1% al básico. Los trabajadores lo rechazaron. Tras un cuarto intermedio planteó el 1,5% para ambos rubros. Los cobistas se molestaron, pidieron que no les falten al respeto

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27 de abril de 2022, 8:04 AM
27 de abril de 2022, 8:04 AM


La reunión que sostuvieron ayer los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y el Gobierno fue muy tensa. El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, hizo dos ofertas. Entre el planteamiento de una y de la otra propuesta hubo un largo cuarto intermedio. Ambas fueron rechazadas, pero tras escuchar la segunda los dirigentes se molestaron mucho, estuvieron a punto de romper las negociaciones y plantearon un cuarto intermedio para que el Gobierno “recapacite” y plantee una opción que no “les falte al respeto”.

El lunes los trabajadores habían rechazado una oferta de aumento salarial del 0,5% al mínimo nacional y 1% al haber básico. Ayer por la mañana volvieron a sentarse en la mesa de negociación poco después de las 10:00, y el ministro fue directo al punto. Propuso una leve mejora: 1,5% al mínimo y mantuvo el 1% al básico, supo este medio.

El rechazo fue tajante, según fuentes que estuvieron en la reunión. Fue en ese momento que Montenegro planteó un cuarto intermedio. Dijo que se iba a retirar con su equipo e iba a hacer consultas para mejorar la propuesta.

Los dirigentes no se movieron de la sala de reuniones, pero tuvieron que esperar más de tres horas. El personal de servicio del Ministerio brindó un refrigerio a la hora del almuerzo.

La impaciencia y la incomodidad se reflejaba en los rostros de los dirigentes. Poco después de las 15:00 ingresó nuevamente el ministro con la propuesta que se conoció: el 1,5% al mínimo, y el 1,5% al básico. Esto desencadenó el momento más tenso de la reunión. Varios dirigentes tomaron la palabra y subieron el tono. Dijeron que el Gobierno no podía “hacerse la burla de los trabajadores”.

La discusión se centró en dos puntos de vista antagonistas. Los trabajadores señalaron que pidieron el 7% al haber básico y un 10% al mínimo para recuperar el poder adquisitivo. Durante dos gestiones no se recibió ningún incremento al básico, y le dijeron al ministro que lo entendían, por la situación que atravesó el país con la pandemia del Covid-19, una crisis nacional e internacional.

La COB planteó al Gobierno que durante la pandemia las familias bolivianas tuvieron gastos adicionales: barbijo, alcohol, que la canasta familiar hoy cuesta más y el salario ya no alcanza, hubo que dotar a los hijos de acceso a la educación virtual, los megas de internet y todo eso.

El gobierno planteó que un mayor incremento puede traer una catástrofe económica al país. Su explicación principal radicó en que deben generarse inversiones para estabilizar la economía. Y, con el incremento salarial, muchas empresas podrían, incluso, cerrarse y consiguientemente dejar de invertir.

Los cobistas respondieron que conocen de números, y que la propuesta que presentaron no está lejos de la realidad y que es factible. Uno de los argumentos fue que hay que dinamizar la economía y hacer que el dinero circule. Un incremento salarial produce, dijeron en la reunión, precisamente eso, porque los trabajadores invierten, compran cosas.​

Los dirigentes por poco rompen el diálogo, pero antes de retirarse conminaron al ministro que analice, que haga números “como buen economista”, y que plantee una mejor propuesta. Algunos de los dirigentes consultados llegaron a decir que la COB está en emergencia. Lo concreto es que esta mañana a las 7:00 de la mañana se reanudará el diálogo con el ministro solo para escuchar su propuesta final. 

Luego, a las 9:00 se realizará un ampliado nacional, donde se la considerará. De hecho, los dirigentes adelantaron que será necesaria una conversación con el presidente Luis Arce.

Las declaraciones
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, en un breve encuentro con los periodistas, explicó esta situación. “Hay una propuesta; hay un nuevo cuarto intermedio hasta mañana (miércoles) a las 7:00 que volvemos a reinstalar (el diálogo). Hemos convocado una reunión ampliada de los trabajadores para evaluar, seguramente, la posición que vamos a asumir”, dijo el dirigente.

En ese marco, Huarachi anunció que “de manera inmediata” también solicitaron una reunión con el presidente Luis Arce para “definir” y “estudiar” los porcentajes que se tiene previsto que sean aprobados mediante un decreto supremo el 1 de Mayo en ocasión al Día del Trabajo.

No es una respuesta definitiva lo que nos ha dado el Gobierno, estamos esperando; hemos planteado algunos temas para hacer algunos ajustes y ver la posibilidad de dónde más se pueda sacar algunos porcentajes para mejorar esta contrapropuesta”, añadió el dirigente.

Mientras el sector empresarial alertó que cualquier incremento repercutiría negativamente en la generación de empleo formal. En ese sentido, responsabilizó al Gobierno de cualquier efecto negativo futuro.

“Nosotros vamos a acatar la ley, y el Gobierno deberá correr con las consecuencias (del incremento)”, dijo Luis Barbery, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).

El Gobierno se encuentra entre la espada y la pared. El objetivo es llegar al domingo 1 de mayo con todo definido, y vivir una fiesta con los trabajadores, pero es complicado porque esta negociación ha resultado muy difícil.

Esta situación sorprende al Gobierno en una tensa situación interna. En la primera gestión de Arce no hubo problemas para solucionar este aspecto. Esta es la primera vez que la gestión de Luis Arce enfrenta una negociación de este tipo. El expresidente Evo Morales no se ha referido al tema específico.
Lo que se sabe es que este año, la marcha en homenaje a los trabajadores por el 1 de mayo, se realizará en la ciudad de Oruro.

La convocatoria está dirigida a todas las confederaciones, federaciones nacionales, centrales obreras departamentales, centrales obreras regionales, sectores sociales y a la población en general y no especifica qué autoridades estarán invitadas.