El asesor de Mesa, que estuvo en las reuniones del 10 al 12 de noviembre de 2019 en la UCB, aportó dos datos. Primero, que ambas ex asambleístas avalaron la sucesión constitucional. Y segundo, que esas reuniones fueron pedidas por el MAS

30 de junio de 2022, 4:00 AM
30 de junio de 2022, 4:00 AM


Tras su declaración ante la Fiscalía Ricardo Paz Ballivián, asesor de Carlos Mesa, denunció que la expresidenta del Senado Adriana Salvatierra y la exvicepresidenta de Diputados Susana Rivero, ambas del MAS, participaron en las reuniones del 10 al 12 de noviembre de 2019 en la Universidad Católica y avalaron la sucesión constitucional de Jeanine Áñez, después de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia. 

Sin embargo, por la situación de la justicia y ante lo ocurrido con la exmandataria que fue sentenciada por el caso Golpe II a 10 años de prisión, admitió que teme que el destino de Carlos Mesa sea la cárcel, como ocurrió con Áñez.

El Ministerio Público lo citó a Paz para que declare en calidad de testigo por el caso denominado Golpe I, en el que se acusa al expresidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz y actual gobernador Luis Fernando Camacho, a Áñez y a otros, por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración.

La declaración se registró en la misma semana en la que la exdiputada del MAS Lidia Patty y las víctimas de Sacaba y Senkata pidieron en Sucre la ampliación de este caso por los delitos de alzamiento armado, atribuirse derechos del pueblo, seducción de tropas e instigación pública a delinquir contra Camacho, Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, y otros.

Paz hizo conocer que “este es un proceso que no tiene razón de ser, no existió un golpe de Estado en Bolivia, por lo tanto, ningún delito de terrorismo, sedición y conspiración corresponden en absoluto”.

El asesor de Mesa, por invitación de la Iglesia y la Universidad Católica, participó en la reunión que tenía como objetivo pacificar el país tras la renuncia de Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019. En la declaración, Paz recordó que ese encuentro se realizó por pedido de exautoridades del MAS, como el exministro de Comunicación Manuel Canelas y Adriana Salvatierra, que solicitaron la intervención de la Iglesia y la UE.

Se le consultó qué dijeron Salvatierra y Rivero, por qué no asumieron la sucesión. “Ambas renunciaron ante los medios de manera categórica y explícita. Pero ellas estuvieron en las reuniones y, como relata la memoria de la Iglesia católica, estuvieron absolutamente de acuerdo con la salida constitucional que se había propuesto”.

El tribunal que sentenció a Áñez justificó la condena con el argumento de que esas renuncias debieron ser presentadas por escrito. “Estábamos en una situación terrible, al borde de un enfrentamiento ciudadano, casas quemadas de ambos lados, y no se podía permitir que hubiera un vacío de poder. En ese plano, se consultó al Tribunal Constitucional, y éste, a través de una declaración, señaló que la presidencia la debía asumir Áñez ipso facto. Todos en esa mesa, incluidas ellas dos, estuvieron de acuerdo con eso”, dijo.

Insistió que este juicio “es un circo”, no tiene ninguna base, se sustenta en un supuesto golpe que jamás existió. Lo cierto es que Jeanine Áñez ya fue condenada. “Eso es lo terrible, estos juicios sin razón de ser, tienen consecuencias muy penosas”, dijo.

Se le preguntó si teme que Mesa llegue a la cárcel. “Claro, por supuesto, ninguno de ustedes podría sentirse libre de ese temor. Todos los bolivianos estamos sometidos a este régimen de terror. Por supuesto que Carlos Mesa también”.


Mesa, a través de sus parlamentarios anunció un proceso contra Evo Morales, y éste respondió: “Carlos Alarcón, el abogado gonista defensor de la mal llamada capitalización amenaza con enjuiciarnos por el golpe provocado por su jefe, el historiador golpista Carlos Mesa. Nos señala con sus manos manchadas por la sangre de 37 hermanos masacrados por el gobierno de facto”.

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