La conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad (COP15), la más importante de esta década para proteger los ecosistemas, ha comenzado este miércoles 7 de diciembre en Montreal

El Deber logo
7 de diciembre de 2022, 22:35 PM
7 de diciembre de 2022, 22:35 PM

La conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad (COP15), la más importante de esta década para proteger los ecosistemas, ha comenzado este miércoles 7 de diciembre en Montreal. En este evento internacional los delegados de 190 países buscarán remediar la pérdida masiva de biodiversidad a la cual se encamina la humanidad. Una pérdida que puede ser irreversible.

El tiempo apremia: un millón de especies están en peligro de extinción, un tercio de la tierra está gravemente degradado y los suelos fértiles desaparecen, mientras la contaminación y el cambio climático aceleran la devastación de los océanos.

“El número de las especies y la salud de los ecosistemas ha estado disminuyendo a un ritmo alarmante”, afirmó Lina Barrera, especialista en políticas de conservación en la ONG estadounidense Conservation International, en entrevista para RFI.

Para dar una idea de la importancia de proteger la biodiversidad, Barrera aseguró que el funcionamiento del sistema económico global está ligado al funcionamiento de los ecosistemas, pues “más de la mitad de la economía mundial depende de la naturaleza”.

Ante este desafío planetario, los países deberán establecer en las siguientes dos semanas un acuerdo histórico, pues es la "última oportunidad" para salvar especies y ecosistemas de una destrucción irreversible.

"La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva", denunció el martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la inauguración de la cumbre. Y atribuyó esa consecuencia al "apetito sin fondo de un crecimiento económico desenfrenado y desigual" de la humanidad. Para Guterres, la COP15 es una "oportunidad para detener esta orgía de destrucción".

Esta vez se trata de concretar un acuerdo de una veintena de objetivos, el principal de ellos apunta a proteger el 30% de las tierras y los mares. “Hay evidencias de que las áreas dedicadas a la conservación son unas de las herramientas más efectivas para mantener la biodiversidad”, explicó Barrera.

Otros prevén la restauración de los entornos naturales, la reducción de pesticidas, la lucha contra las especies invasoras o las condiciones para una pesca y una agricultura sostenibles.

Se estima que la degradación de los ecosistemas costará 3.000 millones de dólares anuales hasta 2030, recordó Guterres.

"Esta cumbre es una oportunidad que el mundo no debe perder, probablemente la última para que los gobiernos cambien el rumbo y salven nuestro precioso sistema de soporte vital", dijo el martes la funcionaria de defensa de WWF, Bernadette Fischler Hooper.

"Estamos en la recta final, y es hora de que todos demos un paso adelante, esto se está volviendo crucial", dijo el martes la jefa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, visiblemente preocupada.