Suu Kyi fue el rostro de las esperanzas democráticas de Birmania durante más de 30 años. Su sentencia le impediría participar en las elecciones que la junta dice que celebrará el próximo año

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28 de abril de 2022, 18:21 PM
28 de abril de 2022, 18:21 PM

Un tribunal de la junta de Birmania condenó el miércoles a la derrocada líder civil Aung San Suu Kyi a cinco años más de cárcel. Se trata de una nueva sentencia en este caso por corrupción, en medio de numerosas acusaciones en su contra que podrían mantenerla detenida por décadas. Según los medios locales, Suu Kyi apelará esta condena. 

La Premio Nobel de la Paz de 76 años ya fue condenada a seis años de prisión por incitación contra los militares, violar las reglas contra el Covid-19 y contrariar una ley de telecomunicaciones, aunque permanecerá bajo arresto domiciliar mientras enfrenta otros cargos. En el caso juzgado este miércoles, Aung San Suu Kyi estaba acusada de aceptar un soborno de 600.000 dólares en efectivo y lingotes de oro. 

Después de dos días de retrasos, un tribunal especial en la capital construida por la dictadura militar, Naipyidó, divulgó su veredicto."En relación con aceptar oro y dólares de U Phyo Min Thein, la corte la sentencia a cinco años de prisión", dijo a AFP el portavoz de la junta, Zaw Min Tun. "Ella permanecerá bajo arresto domiciliario", agregó. Según los medios locales, Suu Kyi apelará esta condena. 

Y todavía debe dirimirse una amplia serie de acusaciones de violación de ley de secretos, corrupción y fraude electoral, entre otros, que pueden acarrear una condena global a más de cien años de cárcel. 

Los periodistas no han podido acceder a los juicios contra la líder civil birmana y sus abogados no tienen permitido hablar con los medios. 

Una vida en arresto 

Bajo una junta militar previa, Suu Kyi pasó largos períodos bajo arresto domiciliar en la mansión de su familia en Rangún, la mayor ciudad birmana. Actualmente permanece detenida en un sitio no revelado de la capital, y su contacto con el exterior se limita a sus breves encuentros con sus abogados antes de los juicios. 

El golpe de estado del 1 de febrero de 2021 generó protestas y revuelo en todo el país, que los militares reprimieron por la fuerza. Desde entonces, más de 1.700 personas han muerto y más de 13.000 fueron detenidas en la represión contra los disidentes, según un grupo local de monitoreo. 

Suu Kyi fue el rostro de las esperanzas democráticas de Birmania durante más de 30 años, pero su imagen quedó muy afectada por su incapacidad de defender a la minoría musulmana de los rohinyás, duramente reprimida. Su sentencia le impediría participar en las elecciones que la junta dice que celebrará el próximo año. 

Habida cuenta de su avanzada edad, "es posible que termine sus días en prisión", señaló a la AFP Phil Robertson, director adjunto de la sección de Asia de la oenegé Human Rights Watch. "Destruir la democracia birmana significa, en primer lugar, deshacerse de ella, la junta no dejará nada al azar".