La emergencia medioambiental se ha cobrado ya 5.981 víctimas, entre personas que han perdido sus casas, cosechas, animales y familiares

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14 de febrero de 2023, 8:24 AM
14 de febrero de 2023, 8:24 AM

Según las autoridades chilenas, las llamas ya han consumido 424.000 hectáreas. Y mientras el número de víctimas aumenta, sobre todo entre los animales, la ayuda internacional ha llegado de 11 países.

Con Camilla Viegas, corresponsal de RFI en Santiago de Chile.

La ola de calor que afecta a Chile todos los veranos este año se ha vuelto más trágica. Los incendios forestales, habituales en esta época del año, han golpeado con fuerza a los habitantes de al menos cuatro regiones del país, todas ubicadas en el sur: Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía. El fuego que se propaga sin control por las zonas rurales de estas regiones cobra fuerza cuando encuentra vegetación leñosa y arbustiva, viva o muerta. Más de 3.000 bomberos y 3.600 bomberos voluntarios trabajan para reducir los daños de la catástrofe medioambiental y humanitaria.

"Estamos en proceso de contener la emergencia", dijo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en su última conferencia de prensa diaria. También dijo que el fuego ha ido disminuyendo en los últimos días, pero que esto no borra la marca de más de 424.000 hectáreas consumidas por las llamas, un área equivalente a casi tres veces el tamaño de la ciudad de Sao Paulo.

Además de lo que ha consumido el fuego, la emergencia medioambiental se ha cobrado ya 5.981 víctimas, entre personas que han perdido sus casas, cosechas, animales y familiares. Según el último balance del Servicio Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Senapred), 1.493 casas quedaron destruidas y 24 personas murieron víctimas de los incendios.

El lunes 13 de febrero, los bomberos seguían combatiendo el fuego en 300 puntos diferentes y las regiones más afectadas seguían siendo Biobío y Araucanía, cada una con más de 100.000 hectáreas destruidas.

Con la declaración del estado de catástrofe a principios de enero, está en vigor un toque de queda nocturno para 29 municipios de las cuatro regiones más afectadas. La medida, según las autoridades, es una medida preventiva contra robos y atracos en las viviendas que tuvieron que ser abandonadas temporalmente por sus residentes debido a la proximidad del incendio.

Los impactos

En conversación con Radio Francia Internacional, Miguel Castillo, doctor en Recursos Naturales y Sostenibilidad e investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, explicó que la biodiversidad no se pierde inmediatamente después de los incendios. Según él, cuando el fuego es provocado por la acción humana, intencionada o no, los impactos no se manifiestan necesariamente de forma inmediata.

"Normalmente, el impacto a corto plazo, además de la pérdida de cubierta arbórea, es la pérdida de productividad primaria del suelo. Se trata de todo lo relacionado con los procesos biológicos que tienen lugar en la capa orgánica. Los impactos a medio plazo son los efectos sobre el suelo causados por la erosión, la contaminación de la capa freática, la fragmentación del paisaje, la elevada deforestación y la pérdida de biodiversidad. Los efectos del fuego dependen de la intensidad y el comportamiento de las llamas. Estos incendios han sido de alta intensidad, con alta liberación de energía, al igual que los ocurridos en 2017, pero con algunas diferencias respecto a la agresividad", ha señalado el experto.

Castillo recuerda los incendios de 2017, que afectaron a la zona centro-sur del país del 18 de enero al 5 de febrero. En esa situación, Chile entró en la historia mundial de forma trágica, ya que el episodio cambió la forma de clasificar los incendios en el mundo. Antes de 2017, los incendios se clasificaban hasta la quinta generación, el tipo más destructivo jamás conocido. Pero en Chile, la tragedia fue más allá de esa clasificación, denominándose incendios de sexta generación, o popularmente como "tormentas de fuego".

"Hace 150.000 años estos mismos paisajes sufrían incendios y podían tener su ciclo biológico de recuperación sin ningún problema. El fuego actuaba como agente regulador. Pero a medida que la civilización humana fue ocupando los territorios, la frecuencia de los incendios hizo que la resistencia de la vegetación disminuyera drásticamente. Es muy importante que hagamos obras de restauración, recuperación y rehabilitación de estos paisajes. La restauración pretende dejar el paisaje lo más parecido posible a como estaba antes del incendio; la recuperación pretende evitar la erosión del suelo; y la rehabilitación son actuaciones más profundas de recuperación del suelo para que no siga degradándose", detalla el experto.

El factor humano

Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el origen de los incendios forestales se concentra en la acción humana: el 99,7% de los incendios se inician por descuidos o negligencias de personas que manipulan fuentes de calor sin cuidado, ya sea por quemas agrícolas u otro tipo de intencionalidad. Según la legislación chilena, provocar intencionadamente un incendio es delito y la pena puede oscilar entre cinco días y 20 años de cárcel.

"Quiero asegurarle al país que quienes provocaron intencionalmente un incendio serán perseguidos con las máximas penas que permite el ordenamiento jurídico, en este caso el Código Penal", dijo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve. También explicó que "el Gobierno exigirá acciones judiciales para conseguir las penas más altas para quienes provocan cobardemente incendios".

Hasta el momento, 31 personas han sido imputadas y están siendo investigadas. Uno de ellos es el empresario inmobiliario Marcelo Piccardo, acusado de negarse a poner el agua de su piscina a disposición de los equipos de emergencia. El caso cobró repercusión en las redes sociales cuando se publicó un vídeo del piloto español Felipe Bru narrando la situación: "Todavía hay casas en riesgo con manantiales activos y estamos buscando agua en lugares cercanos y ahora mismo hay gente, dueños de estas piscinas, que nos están indicando que no cojamos agua de allí. Me parece un acto anticívico por su parte, viendo la situación que estamos viviendo ahora".

En una entrevista concedida a un medio de comunicación local, el piloto declaró: "Me enfadé mucho, bajé del helicóptero enfadado porque la verdad es que las casas estaban ardiendo y esta persona no entendió que era una emergencia real para los vecinos. La necesidad era real". El lunes, el Gobierno chileno demandó a Marcelo Piccardo por negar agua para combatir los incendios que afectaron a la localidad de Yumbel, en la región del Biobío.

Víctimas silenciosas

Del mismo modo que los vídeos que muestran la fuerza de las llamas se hacen virales en las redes sociales, los rescates de animales también tienen su importancia en diferentes plataformas. Publicados en varios perfiles y reenviados por la prensa chilena, la mayoría de ellos muestran el drama de personas que tuvieron que abandonar sus hogares, sin tener tiempo de salvar a sus mascotas. Para ayudar a las familias a reunirse con sus mascotas perdidas durante la emergencia, una página de Facebook ofrece espacio para colgar fotos y vídeos.

Un informe del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) detalló que entre las víctimas de los incendios hay cerca de 4.240 animales de granja muertos por las llamas, entre ellos vacas, ovejas, cabras, cerdos, caballos y otras especies.

Según el informe de INDAP, el 71% de los animales muertos eran aves de corral, seguidas por un 10% de cabras y bovinos, un 5% de ovejas y un 2% de cerdos y caballos. Además, más de 13.300 animales que lograron sobrevivir necesitan alimentación urgente. Alrededor del 80% de las colmenas registradas por la agencia en las regiones afectadas fueron destruidas por los incendios.

Ayuda internacional

La canciller chilena, Antonia Urrejola, quien se encontraba de vacaciones de verano y regresó al país el pasado domingo respondió a las críticas que ha recibido por su distanciamiento en este período de crisis nacional. Al recibir a las brigadas portuguesas en el aeropuerto de Santiago, dijo que desde su lugar de vacaciones coordinaba con el equipo del Ministerio de Asuntos Exteriores todas las gestiones con otros países para enviar ayuda al país.

Con la llegada de los portugueses, son ya más de 750 los brigadistas, bomberos, soldados y especialistas de las más diversas áreas que se encuentran en Chile colaborando en la lucha contra los incendios forestales. A esto hay que añadir los equipos y el material de apoyo logístico y financiero que llegan de diversos países.

Los 144 brigadistas portugueses se suman a los demás profesionales enviados por: Japón, Colombia, Venezuela, Argentina, China, Ecuador, México, Italia, España y Brasil. La semana pasada, el presidente chileno, Gabriel Boric, publicó en sus redes sociales una conversación que mantuvo con el presidente Lula sobre la situación del país, en la que Brasil se había comprometido a ayudar al país trasandino.

Para la misión humanitaria brasileña, coordinada por Itamaraty, a través de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), el Gobierno brasileño ha autorizado el envío de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) equipado para combatir los incendios (con tripulación y equipo de campo), así como aviones cisterna, vehículos, equipos y materiales.

El apoyo debe costar 3,5 millones de reales a las arcas brasileñas e incluye también el desplazamiento de 60 brigadistas proporcionados por los Ministerios de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) y de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA). Además, otros especialistas en Mando y Control y en comportamiento del fuego están reforzando el equipo de ayuda humanitaria en Chile.

Ante esta situación, la aprobación ciudadana del presidente Boric ha aumentado. Según una última encuesta de la consultora Cadem, la popularidad del presidente chileno ha aumentado. En la segunda semana de febrero, el 29% de los encuestados aprobaba la gestión presidencial, lo que representa un aumento del 2% con respecto al último sondeo. No obstante, la desaprobación del presidente sigue siendo alta entre los chilenos (65%).

Ayuda financiera a las víctimas y plan de recuperación

La semana pasada, el Gobierno chileno anunció ayudas económicas para los afectados por los incendios, y este 14 de febrero comenzó a efectuar los pagos. Según la Secretaría de Servicios Sociales, 1.113 familias se han inscrito y recibirán la contribución económica. En total, el Gobierno destinará más de 2.300 millones de pesos chilenos, equivalentes a unos 14 millones de dólares.

"El Bono de Recuperación no es para la recuperación de la vivienda en sí, sino para la recuperación de la calificación de la vivienda en cuanto a enseres, mobiliario, etc. y se pone a disposición de forma gratuita", ha explicado Francisca Perales, subsecretaria de Servicios Sociales.

Además de la ayuda financiera, el Gobierno también anunció la entrega de al menos 600 viviendas de emergencia a familias de las regiones más afectadas en los próximos meses. Se trata de pequeñas casas construidas de forma sencilla y rápida, pero que cuentan con todas las instalaciones de agua, alcantarillado y electricidad para albergar a una familia.

Estas viviendas sólo se entregarán una vez que el terreno esté estabilizado, sin riesgo de sufrir nuevos focos de incendio y despejado de escombros. Para ello, las ONG colaboran con el Gobierno, como Techo y Desafío Levantemos Chile, ambas con amplia experiencia en catástrofes en el país.