Los temas de fricción se han multiplicado en los últimos años, desde el trato a los musulmanes uigures al desequilibrio en la balanza comercial, pasando por Taiwán, el dominio en alta tecnología o las acusaciones de espionaje.

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7 de marzo de 2023, 7:58 AM
7 de marzo de 2023, 7:58 AM

El presidente chino, Xi Jinping, declaró en una sesión parlamentaria en Pekín que su país está siendo "cercado" y "reprimido" por Occidente, especialmente por Estados Unidos, según los medios estatales.

Los temas de fricción se han multiplicado en los últimos años, desde el trato a los musulmanes uigures al desequilibrio en la balanza comercial, pasando por Taiwán, el dominio en alta tecnología o las acusaciones de espionaje. Han dado lugar a sanciones occidentales, y en particular estadounidenses, contra China, a las que Pekín ha respondido.

"El entorno exterior para el desarrollo de China ha cambiado rápidamente. Los factores inciertos e impredecibles han aumentado considerablemente", declaró Xi Jinping a la Agencia de Noticias China el lunes 6 de marzo por la noche. "Países occidentales encabezados por Estados Unidos han puesto en marcha una política de contención, un cerco y represión contra China, que han traído severos desafíos sin precedentes para el desarrollo de nuestro país", declaró Xi, citado la noche del lunes por la agencia noticiosa estatal Xinhua.

El líder de 69 años, que dentro de unos días aspira a un tercer mandato presidencial sin precedentes, se dirigió a los miembros de un comité asesor durante la sesión parlamentaria anual. Xi Jinping afirmó que en los últimos cinco años se ha producido una nueva serie de obstáculos que amenazan con frenar el crecimiento económico de China.

Tensión creciente

Las relaciones sino-estadounidenses se tensaron especialmente el mes pasado tras el derribo de un globo aerostático chino por el ejército estadounidense, acusado de espiar instalaciones militares estadounidenses. El asunto obligó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a posponer una visita a China en la que se habrían tratado temas delicados como la postura de China en la guerra de Ucrania, la competencia tecnológica y la cuestión de Taiwán.

China y Estados Unidos libran una encarnizada batalla por la fabricación de semiconductores, en la que los norteamericanos han perdido su posición dominante en favor del gigante asiático. En nombre de una supuesta amenaza a su seguridad nacional, Estados Unidos ha intensificado en los últimos meses las sanciones contra los fabricantes de chips chinos, que ahora ven obstaculizado su abastecimiento de tecnología estadounidense.

Las visitas de parlamentarios occidentales, especialmente estadounidenses, a Taiwán, isla que Pekín reclama como propia y pretende anexionar a la China continental, también han contribuido a tensar las relaciones.