Los efectos del cambio climático se están acelerando y China está siendo una gran damnificada

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23 de agosto de 2022, 8:13 AM
23 de agosto de 2022, 8:13 AM

Algunas provincias chinas han sumado hasta 31 días consecutivos de alertas rojas por calor. Es la sequía más severa y el período más largo de temperaturas altas extremas en casi 60 años. En la ciudad de Chongqing se hacen grandes esfuerzos por ahorrar energía. 

Con Stéphane Lagarde, corresponsal de RFI en Pekín

El sistema eléctrico de China, centro de fabricación más grande del mundo, se tambalea ante la fuerte demanda de refrigeración, provocando el cierre de fábricas y aumentando las preocupaciones en la cadena de suministro.

El río Yangtze, el más largo de la nación, se encuentran bajo mínimos históricos, lo que detiene el transporte marítimo en vastas secciones de esta vía fluvial clave.

Estos calores y la ausencia de lluvias preocupan sobre todo a los agricultores de productos básicos como la soja y el arroz.

Medidas restrictivas en el uso de la electricidad se extienden más allá de Sichuan, la primera provincia en decretar el cierre de industrias.

Las oficinas y centros comerciales reducen el uso de aires acondicionados, se pide a los empleados usar las escaleras en lugar de los ascensores. Los anuncios publicitarios y los letreros de edificios se apagan.

De momento, los cortes de electricidad en los hogares son excepcionales, aunque no se descartan restricciones futuras para ahorrar energía en previsión del invierno.

Los efectos del cambio climático se están acelerando y China está siendo una gran damnificada: en algunas zonas, sequías y calor, en otras, lluvias extremas e inundaciones. Quizás esto motive al país a acelerar su urgente implementación de medidas de ahorro energético más eficientes y comprometidas, alejando drásticamente al país del uso del carbón.

Tras las impresionantes imágenes de los incendios y los muros de llamas que devoraron las montañas de los alrededores de Chongqing hace unos días, ahora son las fotos de estaciones, oficinas, metros sumidos en la oscuridad o en todo caso con iluminación reducida las que invaden las redes sociales.

Chongqing, ahorrar energía a toda costa

Al igual que otras megalópolis del sur de China, el imperativo en Chongqing es ahorrar energía. Las tiendas tienen que ajustarse al termómetro y a las temperaturas que superan el umbral de los 40 grados, que se sienten en los 50 grados con humedad, con horarios de apertura entre las 16 y las 21 horas y con restricciones de electricidad.

RFI entrevistó a un cliente que pudo entrar este martes por la mañana a un almacén.

"Las tiendas del centro comercial sólo estaban parcialmente iluminadas y en los pasillos estábamos casi a oscuras. Las escaleras mecánicas no funcionaban. Subí al segundo piso. Estaba cansado, dejé de comprar. Un amigo de Weibo me dijo que quería trabajar desde su casa porque el aire acondicionado está apagado en su oficina".

Más allá del comercio, las fábricas de la segunda economía mundial están sintiendo los efectos de la ola de calor. También en el suroeste, las autoridades de la provincia de Sichuan han emitido una "alerta amarilla" por las temperaturas. Las restricciones eléctricas se han prolongado durante cinco días.

Las temperaturas siguen siendo altas y, sin aire acondicionado, los habitantes de Sichuan y Chongqing, en el suroeste de China, no viven cómodamente.

El mayor impacto se produce en las empresas y fábricas, incluidos los fabricantes de automóviles y, en general, las industrias que se habían trasladado a Occidente por los salarios más bajos. Volkswagen y Foxconn, en particular, tuvieron que suspender la producción, informó CNN.