El país todavía procesa la jornada más violenta en esta crisis, detonada por la ya descartada idea del gobierno de cargar con más impuestos a una clase media empobrecida por la pandemia

El Deber logo
2 de junio de 2021, 19:30 PM
2 de junio de 2021, 19:30 PM

El gobierno y el principal frente de protestas en Colombia completaron el martes una nueva jornada de conversaciones sin llegar a un acuerdo para apaciguar el estallido social. En casi un mes de manifestaciones contra el presidente Iván Duque, el saldo de muertos es casi de 60, según reportes de la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) y de autoridades civiles.

 "El partido de gobierno está dedicado a bloquear, a impedir que se llegue a acuerdos, y el gobierno nacional sigue al pie de la letra sus instrucciones", reclamó el llamado Comité Nacional de Paro en un comunicado al término de una nueva rueda de conversaciones.

En la mañana de este martes 2 de junio, el Comité, que no agrupa a todos los sectores que protestan contra el gobierno, anunció que "más de 40 puntos de resistencia ya han sido suspendidos", para que el Gobierno firme un preacuerdo que le dé garantías a la protesta.

Sin embargo, al terminar la jornada, el consejero presidencial Emilio Archila contestó, "debemos insistir en nuestra posición: en Colombia los bloqueos no son una manera legítima de ejercer el derecho a la protesta. Esos bloqueos deben desaparecer" para avanzar en una eventual negociación. El Ejecutivo reiteró que firmara ese documento cuando se desbloquee el 100% de las vías.

"En la primera semana de protestas tuvimos 800 bloqueos, hoy quedan 36", aseguró el ministro de Defensa, Diego Molano.

Desde el 7 de mayo, los delegados de Duque y del Comité de Paro han sostenido varias rondas de conversaciones, sin lograr alcanzar un acuerdo para iniciar negociaciones. En un mes de protestas han muerto 59 personas, según reportes de la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) y de autoridades civiles. Y la Fiscalía sostiene que 20 de estos casos "guardan relación directa con las manifestaciones".

"La juventud de Cali ha dicho que las personas del Comité de Paro no nos representan. No nos rendimos y no paramos hasta que no se acabe el fuego", expresó a W Radio Andrés Velásquez, líder de un bloqueo en la ciudad de esa ciudad del suroeste del país, epicentro de las protestas, tras conocer el llamado a acercamientos de los voceros del comité.

Si bien el gobierno atribuye a los bloqueos la muerte de dos bebés que quedaron atrapados en ambulancias y millonarias pérdidas económicas, un eventual acuerdo con el Comité es visto como un paso hacia el fin de la crisis, aunque no como una solución definitiva.

El país todavía procesa la jornada más violenta en esta crisis, detonada por la ya descartada idea del gobierno de cargar con más impuestos a una clase media empobrecida por la pandemia. Los jóvenes en las calles abogan por un Estado más solidario para hacer frente al desempleo, la deserción escolar, y demás estragos que trajo la pandemia, y que continúa rompiendo récords diarios de muertes y contagios en el país.

Cuestionamientos internacionales

El viernes 28 de mayo, que mientras miles de personas conmemoraban en las calles el primer mes de levantamiento popular, 13 personas murieron en Cali. A raíz de esto, Duque ordenó el despliegue de tropas en esta ciudad, y en otros puntos del país bajo la figura de la "asistencia militar", que faculta al ejército a apoyar las tareas de vigilancia de la policía.

Esta decisión fue muy cuestionada local e internacionalmente por los abusos contra los manifestantes, y motivó a que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pida una investigación "independiente" sobre los ataques que segaron vidas en Cali, la tercera ciudad más poblada de Colombia.

Los manifestantes exigen una condena explícita de la represión policial y "garantías para la protesta", las fuerzas sociales también rechazan los abusos policiales, y se oponen a la militarización. Mientras que el presidente Duque quiere que se terminen sin ambages los cierres viales, que causan desabastecimiento y dificulta las misiones médicas.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se prepara para visitar el país sudamericano entre el 8 y el 10 de junio, y prevé poder evaluar la cascada de denuncias de excesos de las autoridades durante las sangrientas protestas.

Las partes volverán a sentarse a dialogar en la sede neutral en Bogotá, este jueves 3 de junio, mientras que, el Comité de Paro llamó a una nueva jornada de protestas para ese día.