La reanudación del tráfico será lenta y progresiva. Hoy por ejemplo en Orly operan 70 vuelos frente a los 600 diarios en tiempos normales

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26 de junio de 2020, 11:02 AM
26 de junio de 2020, 11:02 AM

La crisis sanitaria por coronavirus ha provocado la mayor crisis en la historia de la aviación comercial. Los expertos apuntan a una concentración del sector en el medio y largo plazo. Los aeropuertos regionales serían los grandes perdedores de la era postcoronavirus con pasajeros más concienciados de privilegiar el tren en Europa. 

El aeropuerto parisino de Orly ha reanudado hoy viernes su actividad tras tres meses de cierre debido a la crisis sanitaria que ha provocado el hundimiento del transporte aéreo. La reanudación del tráfico será lenta y progresiva. Hoy por ejemplo en Orly operan 70 vuelos frente a los 600 diarios en tiempos normales, reflejo de la nueva realidad de un sector.    Se esperan unos 8.000 pasajeros, menos del 10% del tráfico habitual de 90.000 pasajeros de media diarios en este aeropuerto.  La apertura se ha realizado en medio de fuertes medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus.

La situación sanitaria ha provocado la mayor crisis en la historia de la aviación comercial. A finales de marzo de 2020, el 98% de los pasajeros a nivel mundial se encontraban en mercados afectados por restricciones severas, como cuarentenas para pasajeros de llegada, prohibiciones de viaje o cierres de fronteras (IATA). La caída del tráfico aéreo se empezó a notar especialmente a partir de la semana del 16 de marzo, cuando los cierres de fronteras y confinamientos empezaron a dominar en Europa y América. El impacto fue mucho mayor en los mercados internacionales que en los domésticos, que fueron el refugio de las aerolíneas para mantener un cierto nivel de actividad.

Pero más allá del impacto inmediato, esta crisis va a provocar profundos cambios en el transporte aéreo en el medio y largo plazo. "El sector va a cambiar radicalmente no porque se vaya a viajar de una forma muy diferente sino porque ha puesto en una situación financiera de ruina a todas las compañías del mundo. Queda por ver cuántas aerolíneas se quedan por el camino y cuantas sobreviven. Y en la práctica va a ser muy complicado que una compañía pueda sobrevivir sin ayudas" dice el experto en aviación Javier Taibo en RFI. 

 

Taibo ha explicado en la antena de RFI los principales cambios que podremos percibir en el sector durante los próximos meses. "Puede haber dos movimientos fundamentales, uno parecía muy potente al principio de la crisis con las ayudas públicas de capital a las compañías. Es el caso de Lufthansa con el gobierno alemán, pero no era una participación mayoritaria. Pero no parece ya que ese tipo de participaciones de gobiernos vayan a extenderse. Habrá más bien otras vías de ayudas: reducción de tasas de aeropuertos, préstamos blandos,  reducción tasas de navegación" dice Taibo que no descarta movimientos de fusión "deseables en algunos casos en función de un exceso de capacidad".

En el sector aéreo hay preocupación por cómo se recuperará el mercado de los viajeros de negocios. Se espera que el proceso sea lento por la cancelación de encuentros MICE (las siglas en inglés de reuniones, incentivos, conferencias y ferias) y el levantamiento desigual de los controles y las prohibiciones. Además, el teletrabajo se percibe como una amenaza importante para la reactivación de la demanda, pues ahora cuenta con aplicaciones y redes mucho más eficientes que las antiguas plataformas de videoconferencia. Según Javier Taibo, este volumen reducido de viajes de negocios puede ser uno de los cambios más significativos. 

Aunque se prevé que la recuperación del mercado de viajeros por ocio o razones personales sea más rápida, la crisis económica podría debilitar la demanda.

 

¿Subirá el precio de los billetes?

Es una de las grandes incógnitas sobre las que no hay una respuesta unánime.  Hay quienes argumentan que estos van a aumentar, para poder cubrir los nuevos costes de un sector que puede haber quedado sobredimensionado tras el parón, particularmente en el segmento de viajes de negocios. Otros opinan que, por el contrario, el exceso de oferta podría reducir los precios de los billetes.

Del otro lado,  la bajada en los precios del combustible (con el desplome de los precios petroleros en el primer cuatrimestre del año) y los menores costes de arrendamiento de aeronaves, podrían permitir a las aerolíneas equilibrar los precios al consumidor. 

También esta crisis puede dar por resultado un consumidor con una mayor conciencia de la sostenibilidad que descarte el uso del avión para los trayectos cortos siempre y cuando sea posible. En Europa podría ser el tren el gran beneficiado. 

En cualquier caso, esta coyuntura puede ser una oportunidad para repensar los aspectos éticos de la industria de la aviación, sobre todo desde el punto de vista de las cadenas de suministro y el consumo responsable.