La política de “cero covid dinámico” cuenta con adeptos y defensores. Si una imagen representa mejor la batalla de China contra la covid en su último gran brote es la de las filas de ciudadanos esperando a realizarse una prueba.

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18 de abril de 2022, 8:02 AM
18 de abril de 2022, 8:02 AM

Si una imagen representa mejor la batalla de China contra la covid en su último gran brote es la de las filas de ciudadanos esperando a realizarse una prueba. En Shanghái realizan ya el noveno testeo masivo desde inicios de abril.

En Pekín, la vida cotidiana parece lejos de vivir escenas de confinamiento y de cierre de industrias y comercios. Sin embargo, la preocupación y las medidas han llegado también aquí. Visitamos un transitado centro de pruebas. Aquí, uno de sus trabajadores nos ayuda a completar la prueba y nos asegura que Pekín no se cerrará como Shanghái.

Una señora de la fila manifiesta su apoyo a las medidas y expresa emocionada su solidaridad con los profesionales en primera línea de batalla contra el virus y afirma que la ciudad alcanzará “la victoria”.

La política de “cero covid dinámico” cuenta con adeptos y defensores, pero también con detractores, y cada vez más. La gestión del confinamiento en Shanghái ha sumado fuertes críticas. Diplomáticos extranjeros en contra de separar a los niños de sus padres. Fábricas inactivas durante días. Familias teniendo que racionar agua o alimentos básicos por un número insuficiente de repartidores en las calles.

Ahora que Shanghái y la provincia de Jilin están en camino de reanudar la producción y relajar las medidas, Xi´an lanza restricciones de movimientos del viernes al martes por un rebrote, aunque aún no se ha decretado el cierre total de la ciudad.

Una joven profesora de inglés que aguarda turno nos cuenta que ha llegado la hora de aprender a convivir con el virus, ya que confinamientos y controles de movimientos interrumpen la vida cotidiana.

La pregunta es cuándo China decidirá flexibilizar su política de “cero covid dinámico”. En medio de arduos debates, China continúa con la vacunación, distribuyendo autotest de antígenos, y sumando ahora la muerte de tres personas mayores en Shanghái, ciudad donde sólo el 68% de los mayores de 60 años están vacunados.