Las lluvias torrenciales, que dejaron severas inundaciones y daños, son descritas como las más intensas en cuatro décadas, con precipitaciones de hasta 700 mm en algunos puntos

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18 de octubre de 2024, 9:34 AM
18 de octubre de 2024, 9:34 AM

El primer ministro francés, Michel Barnier, ha destacado la labor de los equipos de rescate, quienes realizaron más de 2.000 intervenciones durante el temporal que azotó el centro-este del país. Las lluvias torrenciales, que dejaron severas inundaciones y daños, son descritas como las más intensas en cuatro décadas, con precipitaciones de hasta 700 mm en algunos puntos.
 

Los equipos de rescate realizaron 2.300 intervenciones, salvando vidas y evacuando a más de un millar de personas, según destacó el primer ministro Michel Barnier en una rueda de prensa tras visitar el Centro de Gestión de Crisis junto con el ministro del Interior, Bruno Retailleau.

Las principales áreas afectadas fueron los departamentos de Ardèche, Rhône, Loire, Haute-Loire, Lozère y Alpes-Maritimes, que estuvieron bajo alerta roja por inundaciones, aunque la situación ha comenzado a estabilizarse. 

Las operaciones de rescate incluyeron la evacuación de 304 personas en situaciones de peligro, y se mantuvieron a lo largo del viernes con la movilización de 3.000 bomberos y fuerzas de seguridad.

El primer ministro Barnier también aseguró que la prioridad sería restablecer el tráfico en las rutas más afectadas, particularmente entre Saint-Étienne y Lyon. 

La ministra de la Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, y el ministro delegado a la Seguridad, Nicolas Daragon, visitaron las zonas más afectadas en Ardèche y Loire.

La situación en los departamentos de Eure-et-Loir y Seine-et-Marne seguía siendo crítica, con ambos bajo vigilancia roja por inundaciones. 

En ciudades como Bonneval, el nivel del río Loir superó los dos metros, forzando a decenas de residentes a evacuar sus hogares. En Cloyes-les-Trois-Rivières, el nivel del agua alcanzó un máximo histórico de 1,85 metros.

Las autoridades locales trabajan en el desalojo de lodo y escombros en las calles, especialmente en la ciudad de Annonay, donde la situación ha comenzado a mejorar con el inicio de la bajada de los niveles de agua. Mathieu Jouet, portavoz de la alcaldía, informó que los servicios de limpieza están activos y no se han registrado nuevos daños en las últimas horas.

Mientras tanto, Météo-France advirtió que, aunque la intensidad de las lluvias ha disminuido, aún se mantiene la vigilancia en 10 departamentos del sur de Francia. 

Este fenómeno climático ha dejado a tres personas con heridas leves, y en París se registró la caída de un árbol sobre una familia, causando la muerte del padre, aunque no se ha confirmado si está relacionado con el temporal.

El primer ministro subrayó la importancia de prepararse para futuros eventos climáticos de mayor frecuencia e intensidad debido al cambio climático, y pidió a los países de la Unión Europea anticiparse y coordinarse frente a este tipo de crisis.

Las autoridades continúan monitoreando las áreas más afectadas, con vuelos de reconocimiento en helicóptero sobre las zonas más devastadas para evaluar los daños.