Según el semanario francés Le Point, sus viajes le costaron al contribuyente unos 501.000 euros, es decir, 31 años de salario mínimo.

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20 de diciembre de 2022, 10:42 AM
20 de diciembre de 2022, 10:42 AM

El Mundial 2022 concluyó el 18 de diciembre en Doha con la victoria de Argentina sobre Francia. Este resultado pone fin a un torneo bien organizado, pero no exento de polémicas. Entre ellas, los viajes del presidente francés para asistir a dos partidos.

Los “Bleus” ya llegaron a Francia después de abandonar Doha con los ojos aún enrojecidos por las lágrimas de la derrota, tras una final histórica ante Argentina. Emmanuel Macron también se encontraba en Catar: el presidente francés hizo dos viajes, ida y vuelta, para apoyar a la selección nacional en la semifinal contra Marruecos y en la final.

501.000 euros y 480 toneladas equivalentes de CO2

Según el semanario francés Le Point, estos dos viajes le costaron al contribuyente unos 501.000 euros, es decir, 31 años de salario mínimo. Para peor, su huella de carbono ascendió a 480 toneladas equivalentes de CO2, es decir, la huella de carbono media de un francés a lo largo de 53 años. Estos desplazamientos se hicieron con dos aviones, el A330 de la Presidencia de la República, acompañado de un Falcon 7X, un jet privado que siempre acompaña al Airbus en los viajes largos.

Se tardan unas siete horas para volar de París a Doha, pero el semanario señala que el jefe de Estado no voló directamente entre las dos ciudades para su regreso de la semifinal, sino que pasó por Bruselas para el Consejo Europeo del 15 de diciembre. Del mismo modo, a la vuelta de la final, no regresó directamente a Francia sino que paró en Egipto y Jordania antes de volver a París. Mientras tanto, la COP15 sobre la protección de la biodiversidad terminaba en Montreal, Canadá, y Macron no asistió.

Pedido negado

Para llegar a este resultado, Le Point, que resta de sus cálculos estos desvíos por tratarse de misiones estatales, se basó en los métodos de cálculo del Tribunal de Cuentas y del Elíseo. Pero la realidad podría ser peor, puesto que las cifras utilizadas son las de 2019, es decir, antes de la inflación y de la subida del precio del petróleo de los últimos meses.

Antes de estos viajes, miembros de La Francia Insumisa (izquierda radical) y EELV (ecologistas) habían pedido a Emmanuel Macron que no fuera a Catar: además del coste de los viajes, la organización del Mundial en este país ha suscitado polémica por las catastróficas condiciones de vida de los trabajadores inmigrantes, el impacto medioambiental de los estadios climatizados y el lugar que ocupan las mujeres y las minorías en suelo catarí.