Se descubrieron tres bustos: los de dos líderes militares famosos por su papel en la mítica batalla, Georgi Zhukov y Alexander Vasilievsky, y de Joseph Stalin.

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2 de febrero de 2023, 7:35 AM
2 de febrero de 2023, 7:35 AM

Este jueves, la ciudad rusa de Volgogrado, rebautizada con su nombre soviético de Stalingrado, celebra, como cada año, el 80 aniversario del final de la batalla del mismo nombre y de la victoria sobre la Alemania nazi. La inauguración de un busto de Stalin y la presencia de Vladimir Putin ponen de manifiesto la voluntad de buscar en el pasado soviético una manera de darle un nuevo aliento a la invasión de Ucrania.

Con la enviada de RFI a Volgogrado, Anissa el Jabbri, y Xavier Colás, corresponsal en Moscú

En la fachada del museo, un homenaje al heroísmo y al sacrificio de los soldados de esta larga y violenta batalla. Stalingrado supuso un millón de muertos en el bando soviético y un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial que marcó la retirada de las tropas nazis. Enormes carteles proclaman "Stalingrado, patria de la victoria". Al fondo, algunos edificios destruidos, los restos salvados de una ciudad en ruinas tras la victoria.

Este miércoles, en la plaza, al pie de los vehículos blindados y aviones de la época, a orillas de un Volga blanqueado por las heladas, eran varios centenares a mediodía. Un puñado de veteranos, sus familias, un movimiento patriótico juvenil. Se descubrieron tres bustos: los de dos líderes militares famosos por su papel en la mítica batalla, Georgi Zhukov y Alexander Vasilievsky, pero también el de Joseph Stalin.

Se trata de un acontecimiento importante en Rusia, ya que son escasos los monumentos a su gloria, desaparecidos en los años cincuenta tras la muerte del líder y las primeras tímidas críticas a las purgas, los gulags y el culto a la personalidad.

La figura tutelar de Stalin en el momento de la ofensiva en Ucrania

Algunas estatuas reaparecieron en la década de 1990, a veces en las sedes de partidos comunistas de pequeñas ciudades, pero nunca en un marco tan solemne, con discursos de cargos electos, música por altavoces y ramos de claveles rojos depositados a los pies de las estatuas.

Ante el nuevo busto del antiguo líder de la URSS, Alexander Lozhkin, presidente de la Duma regional y de la organización regional de veteranos, declaró: "Ahora, en nuestra ciudad, hay un monumento al Comandante Supremo Joseph Vissariónovich Stalin. Hoy, en este período de operaciones militares especiales, probablemente comprendamos como nunca lo difícil que es ser jefe de operaciones de combate, y hoy comprendemos que hizo su trabajo brillantemente y que el enemigo fue derrotado”.

Meduza, un sitio web de noticias en ruso con sede en Letonia, reveló el jueves que se encontraba a sólo 120 metros de un monumento a las víctimas de la represión del sanguinario dictador soviético. 

La batalla de Stalingrado (1942-1943) cambió el curso del conflicto en la Unión Soviética, desmoralizada hasta entonces por varias derrotas aplastantes.  Y es en este legado donde el Gobierno quiere situar la ofensiva contra Ucrania.

La ciudad recibió al presidente ruso, Vladimir Putin, que se desplazó allí para tomar parte en una serie de eventos conmemorativos para conmemorar el 80 aniversario de la batalla que le ocasionó a Adolf Hitler su primera rendición en 1943.

A sus 98 años, Evgeni Rogov es uno de los últimos veteranos que siguen vivos, incluso superó el covid-19 hace tres años. Se alistó a los 17 años y sirvió durante 30 como soldado. En su 80 cumpleaños, recibe un desfile de homenajes y solicitudes de entrevistas. Y aunque la chica tenga que repetirle las preguntas en voz alta al oído, sus ideas siguen siendo claras y asertivas. Sin duda, se adhiere a la narrativa vigente en Rusia. "Fíjese en el conflicto de Ucrania de hoy. Recuerdan bien la fe de las tropas de Bandera en sus teorías nacionalistas, que coincidían con las de los alemanes de la época. Y ahora siguen intentando hacernos daño. Educamos a nuestros jóvenes para que mantengan firmes las fronteras de nuestra patria. Y que, si es necesario, volveremos a Berlín”.

"Podemos volver a hacerlo”. Este eslogan apareció en el espacio público ruso hace unos diez años. Esta frase, dicen los historiadores, fue escrita por un soldado soviético en el Reichstag tras su toma en 1945 por los soldados del batallón de Stalingrado. Es una frase emblemática de patriotas y nacionalistas, igual que la "Z" lo es hoy en el conflicto en Ucrania.

Presencia del nieto del general De Gaulle

Entre las celebraciones hubo una presencia francesa. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recibió a Pierre de Gaulle -nieto del antiguo presidente francés, Charles de Gaulle- que se ha mostrado en los últimos tiempos muy crítico con la política occidental en Ucrania.

“En Rusia valoran altamente las valoraciones objetivas realizadas por Pierre de Gaulle sobre la actual situación geopolítica", declaró el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.