Una vez asegurada la plaza en la segunda vuelta, hay que empezar a pensar en la victoria frente a una candidata que ha sabido maniobrar muy hábilmente, haciendo de la pérdida de poder adquisitivo su caballo de batalla.

El Deber logo
11 de abril de 2022, 16:07 PM
11 de abril de 2022, 16:07 PM

El presidente francés, Emmanuel Macron, pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, seguido de cerca de la ultraderechista Marine Le Pen. En su cuartel general, los seguidores del candidato a su reelección oscilaron entre el miedo y la satisfacción por una calificación en medio de un clima de gran tensión social.

El ambiente estaba muy tenso antes de que se conocieran los resultados en el cuartel general habilitado por la campaña de Emmanuel Macron para los periodistas y los militantes. Había algunas estimaciones que daban incluso un empate técnico entre Le Pen y Macron. Pero a las 8 de la noche, llegó el alivio. Su candidato se calificó para la segunda vuelta, aunque le pisaba los talones la ultraderechista Marine Le Pen.

Los militantes se sentían exultantes, como Bárbara Granatelli, responsable del partido oficialista La República en Marcha en el distrito 15 de París. Tras semanas de reparto de volantes en la calle y conversaciones para convencer a la población, estaba “muy contenta porque las encuestas de opinión de los últimos días no tuvieron razón porque Marine Le Pen estuvo más baja de lo que se predecía. Por otro lado, Macron obtuvo un resultado más alto que en 2017. Estoy sumamente orgullosa por eso porque significa que todo el trabajo de estos cinco años tuvo su fruto, que la gente lo reconoce y que tiene una visión de país que el resto no tiene,” apunta la responsable política.

Recuperar los votos de la izquierda contra la ultraderecha

Ahí los militantes cambiaron el foco de su atención. Una vez asegurada la plaza en la segunda vuelta, hay que empezar a pensar en la victoria frente a una candidata que ha sabido maniobrar muy hábilmente, haciendo de la pérdida de poder adquisitivo su caballo de batalla.

Marine Le Pen ha suavizado su imagen de ultraderechista implacable, pero sus propuestas siguen dando miedo a buena parte de los militantes en favor de Macron como Federico. “Todos esos valores que están en Francia, por los cual es yo estoy acá se verían amenazados por una persona que no respeta ni a los inmigrantes ni a nadie. Los derechos no valen nada para esa persona”, asegura a RFI  este argentino instalado en Francia desde hace más de una década, refiriéndose a la candidata de Reagrupación Nacional, ex Frente Nacional.

La sala estallaba en aplausos cada vez que uno de los candidatos que no ha conseguido pasar a la segunda vuelta anunciaba que llama a votar por Emmanuel Macron o contra Marine Le Pen en la segunda vuelta, cerrando filas contra la ultraderecha en virtud del "bloque republicano".

La gran reserva de votos para volver a llevar a Macron al Elíseo está, evidentemente, a la izquierda, con casi un 30% de electores si sumamos los resultados obtenidos por todos los candidatos progresistas. Especialmente importante será lo que hagan los electores de Jean-Luc Mélenchon (izquierda), que acabó tercero en la elección. Desde el gobierno, ministras como Sophie Cluzel, que se ocupa de una de las carteras más sociales, la de los discapacitados, cree que es posible captar votos de la izquierda.  

“Yo quiero hablar con todos los electores, en particular con los electores de Melenchon. Tenemos un verdadero proyecto de sociedad. Un proyecto que no deja a nadie de lado. Un proyecto, también, para las personas que votan a la izquierda: protección social, subir las pensiones, entregar automáticamente las ayudas sociales, para evitar que la gente se pierda en la complejidad del sistema. Reformar la ayuda a las personas mayores. Ampliar el trabajo de ayuda a los discapacitados, que son 12 millones, y 8 millones de personas que los asisten. Es un proyecto que mezcla la emancipación y la protección,” señala la ministra Cluzel.

Macron, conciliador y abierto al diálogo

Un tono y un análisis que coinciden con la imagen conciliadora, tranquila y constructiva que ha querido mostrar esta noche el presidente saliente en su discurso. Emmanuel Macron ha sido el último de los grandes candidatos a la primera vuelta de las presidenciales en dirigirse a los votantes.

Ha prometido responder a las preguntas sobre la evolución del país que se hacen los electores que optan por la extrema derecha, con cuestiones como la lucha contra el islam radical. “Quiero que Francia luche contra el separatismo islamista, pero que a través de la laicidad permite a cada uno de creer o de no creer. No creo en una Francia que impida a los musulmanes o a los judíos de comer como lo prescribe su religión. ¡Nosotros no somos así! “ ha clamado el mandatario.

Macron no ha parado de hacer guiños al electorado de izquierda durante su discurso, al mismo tiempo que respondía a Le Pen en la que ha sido su caballo de batalla de estas elecciones, el poder adquisitivo.