En Kabul, 1.000 empresas -más de la mitad de las que operaban bajo el antiguo régimen- han cerrado, dejando a miles de personas sin empleo.

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27 de abril de 2022, 12:39 PM
27 de abril de 2022, 12:39 PM

Afganistán tenía 5.000 empresas antes de que los talibanes tomaran el poder el 15 de agosto del año pasado. Desde entonces, 2.000 de ellas han cerrado a causa del colapso económico, las sanciones internacionales y la salida precipitada de las naciones y los inversores extranjeros del país. 

Con nuestra corresponsal en Kabul, Sonia Ghezali.

El colapso del sistema bancario, la caída del poder adquisitivo de los afganos y la incertidumbre del futuro están convirtiendo la vida cotidiana de los empresarios del país en un infierno. En Kabul, 1.000 empresas -más de la mitad de las que operaban bajo el antiguo régimen- han cerrado, dejando a miles de personas sin empleo. 

Farhad Safi acaricia los pistilos de azafrán rojo ocre contenidos en una caja redonda, la última muestra que le queda de su negocio de exportación, que era floreciente hasta la llegada de los talibanes: "Cuando los talibanes llegaron a Kabul, todo se detuvo. DHL ya no funciona, tampoco hay Fedex. Así que ahora no podemos enviar nada desde Afganistán a otros países. Mi socio en Estados Unidos ni siquiera puede enviarme dinero de las ventas de allí. Y no podemos retirar nuestro dinero del banco aquí". 

Su joven empresa no sobrevivió a las sanciones internacionales y tuvo que echar el cierre.  

Más entregas directas y un aumento del coste de la vida 

En el oeste de Kabul, la empresa de fabricación de compresas higiénicas reutilizables de Arezo Osmani se mantiene a flote a pesar de las dificultades. "Cuando los talibanes tomaron el poder, estuvimos cerrados durante dos meses. Luego reabrimos, pero importamos nuestra materia prima de la India y las entregas directas han cesado. Así que todo pasa por Dubái y luego llega aquí. Esto significa que cuesta más y tarda más en entregarse. La otra dificultad es que todo se ha encarecido en Afganistán". 

Los empleados de Arezo Osmani, todos ellos mujeres, cobran ahora sólo 5.000 afganis, unos 54 euros. Es la mitad de lo que se pagaba antes de que los talibanes llegaran al poder, ya que los pedidos han disminuido.