Se degrada la situación epidémica en Rusia, Ucrania y en la región de los Balcanes, con picos de fallecimientos. Esto debido al rechazo de la población de respetar las medidas sanitarias y a una fallida campaña de vacunación. En Rusia se han vuelto a decretar cierres.

El Deber logo
28 de octubre de 2021, 9:16 AM
28 de octubre de 2021, 9:16 AM

Corresponsales en Moscú, Daniel Vallot y Xavier Colas, 

El martes 26 de octubre se registraron más de 400 muertos en Rumania, más de 500 en Ucrania y más de 100 en Bulgaria. Aumenta en Europa del Este el número de muertos diarios por Covid-19. Rusia reportó un récord de más de 40.000 casos diarios. El jueves Moscú y otras cinco regiones entraron en un bloqueo parcial para frenar las infecciones. La capital, por ejemplo, es ahora una ciudad casi clausurada por el coronavirus.

El balance es desastroso cuando se compara con la población de estos países y ha convertido a la región en la más afectada del mundo por la pandemia

“La oleada que están experimentando actualmente varios países del Este y de los Balcanes es la más fuerte desde el inicio de la pandemia", afirma Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra. “Como en Europa Occidental, estamos ante un aumento de la transmisibilidad de la variante Delta y de su virulencia”, dice.

Pero a diferencia de los países de Europa Occidental, las tasas de vacunación son muy bajas en Ucrania o Rusia, donde oscilan entre el 20% y el 40%. Es el caso también en países que tuvieron acceso de forma temprana a las vacunas, como Serbia o Rusia.

La consecuencia es una cantidad mucho mayor de casos graves y de muertes durante esta nueva oleada. "La cobertura de vacunación es demasiado baja y hay muchas personas sin vacunar en los hospitales”, señala Antoine Flahault.

Desconfianza

 “Entre las razones está la falta de confianza de la población en las élites políticas, a las que se percibe como corruptas, poco fiables e ineficaces", afirma Nadège Ragaru, directora de investigación de Sciences-Po y especialista en el sureste de Europa.

En algunos países, como Bulgaria, las propias élites políticas han hecho declaraciones ambiguas, lo cual no arregla el problema de la desconfianza hacia las vacunas. Los dirigentes no se atreven a tomar medidas vinculantes por miedo a perder votantes. En Serbia, el pasaporte sanitario causó tal revuelo que el gobierno decidió finalmente imponerlo sólo a partir de las 22 horas.

Rusia se vuelve a cerrar

El Kremlin afirmó el jueves que no se han tomado decisiones sobre la posible introducción de la vacunación obligatoria de la población.

El alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, ha impuesto un cierre parcial en toda la ciudad entre el 28 de octubre y el 7 de noviembre para detener la propagación del virus, que está desbocado en algunas zonas de Rusia. Se prohíben los eventos masivos, excepto los autorizados por las autoridades.

Se suspende la actividad de tiendas, servicios, deportes, entretenimiento y proyecciones de películas. Casi todo, con la excepción de la venta de bienes esenciales como medicinas y alimentos.

La asistencia al teatro y al museo se limitará al 50% del aforo, siempre con mascarillas y con códigos digitales QR que acrediten la inmunidad. Los niños no tendrán clase y los estudiantes seguirán con las lecciones a distancias. Y si los contagios siguen, la cuarentena se prolongará.