La aviación de Etiopía bombardeó este viernes Mekele, la capital de la región de Tigré, dejando al menos cuatro personas muertas y nueve heridas

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26 de agosto de 2022, 9:50 AM
26 de agosto de 2022, 9:50 AM

El Gobierno etíope anunció que llevaría a cabo operaciones contra objetivos "militares" en la región de Tigray, controlada por las autoridades rebeldes, dos días después de que se rompiera la tregua entre ambas partes que llevaba cinco meses. 

La aviación de Etiopía bombardeó este viernes Mekele, la capital de la región de Tigré, dejando al menos cuatro personas muertas y nueve heridas, según informaron autoridades rebeldes y fuentes humanitarias.

El gobierno informó en un comunicado que "aunque el gobierno federal sigue completamente preparado para discutir incondicionalmente, llevará a cabo acciones contra las fuerzas militares (...) que se oponen a la paz" y pide a "las personas que viven en la región de Tigray que se mantengan alejadas de las áreas que albergan equipos militares o instalaciones de entrenamiento".

Según Kindeya Gebrehiwot, un portavoz de los rebeldes del Tigré, en el ataque de las fuerzas federales "un avión (...) lanzó bombas en una zona residencial y un jardín de infancia en Mekele". Dos fuentes humanitarias indicaron haber sido informadas de un ataque aéreo en Mekele, sin dar detalles ni balances. Sin embargo, el gobierno etípe asegura que sus ataques solo se centran en objetivos militares.

Se rompe la tregua

El norte de Etiopía volvió a ser escenario de combates entre las fuerzas federales y los rebeldes de Tigré este miércoles, rompiendo con la tregua pactada por ambas partes hace cinco meses.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar "profundamente chocado y entristecido" por la vuelta a la violencia y llamó "firmemente a un cese inmediato de las hostilidades y la reanudación de las conversaciones de paz" entre el gobierno y los rebeldes.

La Unión Africana, que tiene su sede en Adís Abeba y se esfuerza desde hace meses por llevar a los beligerantes a la mesa de negociaciones, llamó a una "desescalada" y reafirmó su "compromiso para trabajar con las partes para llevar a cabo un proceso político de consenso en interés del país".

 Estados Unidos, por su parte, urgió a ambas bandos a "redoblar sus esfuerzos para avanzar en las conversaciones que consigan un alto el fuego duradero", afirmó un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.

Las autoridades rebeldes de Tigré acusaron en un primer momento al ejército federal etíope de haber lanzado una "ofensiva a gran escala" contra sus posiciones. Más tarde, el gobierno etíope las acusó de haber "roto" la tregua.