El sacerdote está acusado de ultrajar sexualmente a unos cinco niños en los años 60 y 70

El Deber logo
13 de septiembre de 2022, 8:10 AM
13 de septiembre de 2022, 8:10 AM

Una delegación de esquimales de Canadá llegó a Francia el lunes 12 de septiembre para solicitar la extradición de Johannes Rivoire, un sacerdote acusado de agredir sexualmente al menos a cinco niños.

Los hechos habrían ocurrido hace más de 30 años, en los años 60 y 70, cuando este misionero oficiaba en el Extremo Norte canadiense. El pasado mes de agosto, Ottawa solicitó oficialmente a París la entrega de Johannes Rivoire. Pero desde entonces, no ha pasado nada.

Steve Mapsalak se cruzó con Johannes Rivoire cuando tenía 13 años. Medio siglo después, todavía le resulta difícil hablar de ello: "Soy un superviviente. He sufrido durante muchos años. Lo que nos hizo el padre Rivoire es grave, muy grave. Pensé que era su única víctima. Pero este no es el caso. Necesitamos sanar. Y por ello, tiene que responder ante la justicia”, explica.

"No conseguir justicia ha sido una tortura”

El padre de Tanya Tungilik, Marius, nunca ha podido superar lo que ha sufrido. Se hundió en el alcoholismo y se suicidó.  Así que ahora su hija está suplicando a las autoridades francesas que extraditen al sacerdote. "No conseguir justicia fue una tortura para mi padre durante toda su vida y para nosotros también. Los criminales de guerra nazis de más de 90 años, como Rivoire, han comparecido recientemente ante la justicia. La edad no importa cuando se han cometido crímenes atroces", dice.

Pero más que la edad de Johannes Rivoire, el problema es su nacionalidad. En general, Francia no extradita a sus nacionales, pero el sacerdote también es canadiense, dicen los inuit. Esto es lo que plantearán este martes en el Ministerio de Justicia, donde serán recibidos. Sobre todo porque en Francia es imposible un juicio porque los hechos están prescritos.

Esta vez, los inuit canadienses tienen la esperanza de que su petición prospere porque, según ellos, los tiempos han cambiado.

“Tenemos el reciente viaje del Papa a Canadá y luego las tumbas anónimas que se han descubierto. Por último, existe la conciencia de que cada niño cuenta y la necesidad imperiosa de reconciliación con los pueblos indígenas. Todo ello hace que sea el momento de que las grandes naciones tomen decisiones firmes y actúen a favor de los pueblos indígenas. Imploramos a los franceses que presionen a su gobierno para que tome medidas rápidas y devuelva a Johannes Rivoire a Canadá”, explica Aluki Kotierk, Presidente de la organización Nunavut Tunngavik, que representa a los inuit.