Determinar qué países exactamente pueden aspirar a esa ayuda rápida, y quién debe contribuir, es objeto de ásperas negociaciones en la conferencia del clima de la ONU

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18 de noviembre de 2022, 9:24 AM
18 de noviembre de 2022, 9:24 AM

La creación de un fondo de pérdidas y daños causados por el cambio climático dividía este viernes a los casi 200 países presentes en la conferencia del clima de la ONU en Egipto (COP27), que podría prolongar sus negociaciones.

Compensar a los países que menos gases de efecto invernadero emiten pero que sufren las consecuencias de fenómenos meteorológicos extremos, es una vieja aspiración de los países del Sur que fue recogida por el borrador del documento final de la COP27, distribuido por la presidencia egipcia del encuentro el jueves por la noche.

Pero determinar qué países exactamente pueden aspirar a esa ayuda rápida, y quién debe contribuir, es objeto de ásperas negociaciones.

La Unión Europea puso sobre la mesa la creación de un "Fondo de Respuesta" para los países más vulnerables.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, pidió "ampliar la base de donantes", una clara alusión a China, el principal emisor de gases y la segunda economía del planeta.

El delegado chino en la sesión plenaria, Zhao Yingmin, se limitó a pedir que "no se reescriba" el Acuerdo de París.

Ese acuerdo histórico de 2015 sentó las bases del compromiso actual contra el cambio climático, pero recordó que la responsabilidad es común aunque diferenciada, es decir, que los países desarrollados deben contribuir mucho más en función de su historial de emisiones y uso de recursos naturales.

Timmermans pidió también que a cambio de ese fondo todo el mundo incremente las medidas de reducción de emisión de gases.

Solo una treintena de países presentaron nuevos objetivos de recorte de emisiones a su llegada a Sharm el Sheij, a pesar de que era uno de los llamados de la anterior COP, el año pasado en Glasgow.

Las promesas incumplidas

Y existe además una considerable desconfianza por las promesas incumplidas del pasado.

En 2009, los países desarrollados prometieron que a partir de 2020 se desembolsarían 100.000 millones de dólares anuales para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático y a disminuir sus emisiones, y al mismo tiempo emprender la transición energética.

El presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recordó el jueves, en su visita a la COP27, que ese dinero todavía no ha sido distribuido en su totalidad.

Y ese monto de 100.000 millones de dólares debe ser aumentado en principio a partir de 2025.

En el borrador distribuido por la presidencia egipcia, se propone dejar este tema hasta la COP29, que se celebrará en noviembre de 2024.

"Hay noticias positivas pero al mismo tiempo quedan muchos puntos de vista divergentes", explicó el representante paquistaní, Nabeel Munir, en nombre del grupo más amplio de países en vías de desarrollo (G77).

"Existe claramente una falta de confianza entre el Norte y el Sur", advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres.

Abanico de opciones

La propuesta europea forma parte de un abanico de opciones dentro del capítulo pérdidas y daños del borrador, pero también subsisten otros desencuentros, en medidas de adaptación, o la alusión a los combustibles fósiles.

La negociación final de las conferencias del clima de la ONU acostumbran a ser un mercadeo de frases y términos jurídicos.

Estados Unidos, que no intervino en la sesión plenaria del viernes, es un decidido partidario de incrementar los compromisos, pero ha rechazado hasta ahora la creación de un nuevo mecanismo financiero.

Fuentes del equipo organizador de la ONU alertaron a los cerca de 45.000 participantes en la COP27 que se preparen para la posibilidad de una prolongación de las negociaciones más allá del viernes por la noche, cierre oficial de la conferencia de Sharm el Sheij.