De los 28 millones de europeos que trabajan para plataformas como repartidores o conductores, por ejemplo, más de cinco millones y medio no tienen el estatus adecuado.

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9 de diciembre de 2021, 14:55 PM
9 de diciembre de 2021, 14:55 PM

La Unión Europea considera que las cerca de 500 plataformas que operan en Europa deben respetar los derechos sociales de sus trabajadores, que ya han interpuesto más de un centenar de demandas contra ellas en toda la UE.

Con nuestro corresponsal en Bruselas, Pierre Benazet.

La Comisión Europea quiere apoyar la nueva economía y, en concreto, la industria de plataformas como Uber o Deliveroo, por ejemplo, que representa un volumen de negocio de 20.000 millones de euros al año en la UE y que, según la Comisión, dará empleo a 43 millones de europeos en cuatro años. Pero según la institución, este desarrollo debe hacerse a la "manera europea" con los derechos sociales conseguidos durante más de un siglo en el viejo continente.

De los 28 millones de europeos que trabajan para plataformas como repartidores o conductores, por ejemplo, más de cinco millones y medio no tienen el estatus adecuado. En la gran mayoría de los casos no lo han elegido a ellos mismos y están sujetos a un estatus de autónomos.

Para Nicolas Schmitt, comisario responsable de empleo y asuntos sociales, la palabra clave será a partir de ahora la presunción salarial. Se considerará que los trabajadores de las plataformas son empleados.

"Desde el momento en que alguien trabaja como empleado, como trabajador, hemos establecido una serie de criterios. Debe ser tratado como un empleado con los derechos que corresponden a los empleados", dice Schmitt “Toda nuestra legislación laboral se basa en esta idea de subordinación. Cuando tu empleador te controla, cuando fija tu salario o cuando hay un seguimiento de tu tiempo de trabajo, eres un empleado, no eres un autónomo”.

La Comisión Europea establece cinco criterios, como el establecimiento de normas por parte de la plataforma sobre la forma de trabajar o sobre la remuneración, la supervisión o la organización del trabajo. Calcula que entre dos y cuatro millones de trabajadores de plataformas podrían ser reclasificados como empleados gracias a su propuesta y beneficiarse así de vacaciones pagadas, derechos de pensión, protección social o salario mínimo.