En respuesta al veto, los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires han tomado el control de sus facultades y han sacado sus aulas a la calle en señal de protesta.

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10 de octubre de 2024, 7:24 AM
10 de octubre de 2024, 7:24 AM

El Gobierno argentino ha logrado ratificar el veto en la Cámara de Diputados a un proyecto de ley para aumentar el presupuesto de las universidades públicas e incrementar los salarios de los profesores. 

Confirmado el veto, el gobierno del presidente Javier Milei se prepara para enviar al Congreso un nuevo proyecto de ley que permite a las universidades públicas cobrar la matrícula a miles de estudiantes extranjeros.

Por Márcio Resende, corresponsal de RFI en Buenos Aires

Inmediatamente después de que la Cámara de Diputados confirmara el veto al proyecto de ley de financiamiento universitario, los sindicatos respondieron anunciando una huelga en todas las universidades públicas del país para el jueves, con el objetivo de “consolidar el plan de lucha en defensa de los salarios y del presupuesto”.

“Repudiamos a los diputados que votaron contra el mandato popular de defender la universidad”, dijo el Frente Sindical de Universidades en un comunicado.

“Se ha conformado una alianza política incapaz de conmoverse con el sufrimiento de las grandes mayorías, ante el reclamo de todos los sectores de defender una universidad pública de calidad y salarios dignos para los docentes”, acusan los gremios.

La huelga es una acción más de los universitarios a favor de la ley de financiación universitaria y contra el veto del presidente Javier Milei.

Las calles se convierten en aulas

En respuesta al veto, los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires han tomado el control de sus facultades y han sacado sus aulas a la calle en señal de protesta. Las clases abiertas pretenden reforzar la importancia de la educación pública.

El 2 de octubre, una manifestación reunió a 270.000 personas en el Congreso argentino para presionar a los legisladores para que anularan el veto de Milei. 

El 23 de abril, 430.000 personas protestaron a favor de aumentar el presupuesto de las universidades públicas, que en ese momento no tenían dinero para pagar sus facturas de electricidad. En todo el país se multiplicaron las manifestaciones en las principales plazas de las ciudades.

El miércoles, el Congreso argentino se blindó con barreras metálicas para contener la presión de miles de estudiantes. Dentro del Congreso, los diputados de la oposición estuvieron a punto de lograrlo, pero no consiguieron los dos tercios de los votos necesarios para anular el veto presidencial. La victoria del gobierno fue posible gracias a cinco abstenciones y siete ausencias.

Aunque Milei sólo cuenta con el 15% de los diputados de la Cámara, su alianza con el ex presidente Mauricio Macri le permitió alcanzar un tercio de los votos necesarios para ratificar los vetos al aumento salarial de los pensionistas y al presupuesto universitario. La oposición obtuvo 159 votos, el gobierno sólo 85, pero con este resultado el gobierno salió victorioso.

Los extranjeros pueden ser una fuente de ingresos

La ley, aprobada el 13 de septiembre por la asamblea legislativa, establece un aumento salarial para los profesores retroactivo al pasado diciembre, cuando comenzó la administración Milei. Desde entonces, la inflación acumulada ha alcanzado el 150%. Este jueves se publicará el índice de septiembre.

La ley también actualizó los presupuestos de las universidades públicas a partir de enero y estipuló que deberán ajustarse cada dos meses en función del índice de inflación.

El impacto de estas medidas en el Producto Interior Bruto fue sólo del 0,14%. Aun así, Milei vetó la ley alegando que afectaba al equilibrio fiscal y amenazaba el plan económico. El principal temor era que abriera la puerta a demandas de otros sectores.

Para aliviar los presupuestos universitarios, el gobierno quiere que los estudiantes extranjeros paguen su matrícula. Hay, por ejemplo, unos 15.000 brasileños que cursan, la mayoría estudiantes de medicina. Milei debe enviar un proyecto de ley al Congreso para permitir a las universidades cobrar por las clases, que actualmente son gratuitas.

“Esto significará que las universidades que lo deseen podrán cobrar a los estudiantes extranjeros. Será un acto voluntario, porque hoy no tenemos la mayoría legislativa para obligarlo. Hay ciertas carreras, como medicina y odontología, con un gran número de extranjeros. Son carreras caras en las que el coste por alumno para el Estado es muy alto”, dijo a RFI Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias.

Según el gobierno, el número de extranjeros en todas las universidades públicas del país es del 21,8%. En los programas de medicina de las principales universidades, la cifra ronda el 32%.

Pero los brasileños no están solos. La argentina Brenda Hamilton, estudiante de Historia, explica a RFI la opinión de estudiantes de la Universidad de Buenos Aires.

“La posición del Centro de Estudiantes decidida en la Asamblea del lunes (8) fue repudiar la amenaza del gobierno de Milei de seguir adelante con el cobro a los estudiantes extranjeros, que representan sólo el 5% de los alumnos de la Universidad de Buenos Aires. 

Por eso el problema no son los estudiantes extranjeros, el problema es el gobierno de Milei”, concluye Brenda.