Los enfrentamientos comenzaron cuando la policía israelí escoltó una protesta organizada por el movimiento judío de extrema derecha Lahava

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23 de abril de 2021, 7:29 AM
23 de abril de 2021, 7:29 AM

Por RFI. Con Sami Boukhelifa corresponsal de RFI en Jerusalén​​

Desde hace algo más de una semana y el comienzo del mes de Ramadán, todas las noches se producen enfrentamientos entre palestinos y militantes judíos de extrema derecha, a la entrada de la Ciudad Vieja, sector árabe ocupado y anexionado por el Estado hebreo. La policía israelí intenta mantener a raya a ambos bandos, pero la violencia va en aumento. Más de 100 palestinos y unos 20 policías israelíes resultaron heridos el jueves por la noche en enfrentamientos.

Los enfrentamientos comenzaron cuando la policía israelí escoltó una protesta organizada por el movimiento judío de extrema derecha Lahava, conocido por su ideología antipalestina, justo a las puertas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Centenares de policías israelíes habían sido movilizados cerca de la puerta de Damasco y los vecindarios cercanos con el fin de proteger "la libertad de expresión" y "el derecho a la protesta", según fuentes policiales israelíes.

La policía israelí disparó granadas aturdidoras. El objetivo es dispersar las concentraciones en el lado palestino. Estamos en la Puerta de Damasco, a la entrada del barrio musulmán de la Ciudad Vieja.

Es en esta parte de Jerusalén Este donde vive Mohamed, un joven palestino. “Los israelíes se niegan a dejarnos celebrar el Ramadán en paz", lamenta el joven. Durante el mes sagrado, solemos reunirnos aquí, en la Puerta de Damasco. Pero quieren echarnos del espacio público y que lo ocupen los colonos”, asegura. "Antes de añadir: "Somos los guardianes de Jerusalén, defenderemos nuestra ciudad a cualquier precio".

Acusaciones cruzadas

A cien metros, las fuerzas del orden israelíes mantienen a raya a cientos de judíos de ultraderecha. Hay un doble cordón de seguridad: barreras metálicas y policías a caballo bloquean el paso de una multitud enfurecida.

Los insultos vuelan. "Es nuestra, es nuestra", repite Moshé, un joven israelí refiriéndose a la ciudad. Según él, los palestinos han creado un clima de terror. Los acusa de impedir que los judíos vayan a rezar al Kotel, el Muro de las Lamentaciones, durante el Ramadán.

"Si no eres árabe, te arriesgas a ser golpeado. Tienes miedo de ir a la Ciudad Vieja al Kotel. No porque estén de fiesta que pueden dejar de respetar las normas y pegarles a todos", dice.

Cada parte culpa a la otra de la violencia. La policía israelí dice que ha detenido tanto a árabes como a judíos.

La Media Luna Roja palestina informó de al menos 105 heridos, de los cuales unos 20 tuvieron que ser hospitalizados. La policía israelí dijo que había contabilizado 20 heridos en sus filas y que había detenido a 44 personas durante los disturbios, los más graves desde el inicio del Ramadán, el mes musulmán de ayuno y oración.