Menos inflación y más pobres tras un año de Milei en la presidencia argentina
Javier Milei prometió pasar por el Estado argentino la motosierra, y así lo ha hecho... En un año, Milei ha suprimido la mitad de los ministerios existentes, despidió a 33.000 funcionarios y recortó el gasto público en un 28% respecto al año anterior.
Hace exactamente un año, el 10 de diciembre de 2023, el presidente ultraliberal de Argentina juraba su cargo para suceder a Alberto Fernández. Nada más llegar al poder, prometió reducir drásticamente el gasto público para poner fin a la galopante inflación. Esta terapia de choque contribuyó sin duda a frenar considerablemente la subida de los precios en el país, pero también provocó una explosión de la pobreza. Un año después, ¿qué piensan los argentinos?
Con el corresponsal de RFI en Buenos Aires
Prometió pasar por el Estado argentino la motosierra, y así lo ha hecho... En un año, Javier Milei ha suprimido la mitad de los ministerios existentes, despedido a 33.000 funcionarios y recortado el gasto público en un 28% respecto al año anterior.
Para lograr lo que le gusta describir como "el mayor ajuste presupuestario de la historia de la humanidad", el presidente argentino ha recortado las pensiones, las prestaciones sociales y las subvenciones al transporte y la energía. También ha suspendido todas las obras públicas y reducido al mínimo las transferencias de recursos a las provincias.
A la hora de desregular la economía, el presidente ultraliberal no ha perdido el tiempo. Ya en diciembre firmó un mega decreto que deroga o modifica más de 300 normas y leyes, antes de crear un ministerio específicamente dedicado a la desregulación. También se ha puesto en marcha la privatización de varias empresas públicas.
Quizá sea en la dolarización, la promesa clave de Milei, donde el presidente argentino está más lejos del objetivo. Aunque se han tomado medidas para fomentar la competencia de divisas, la sustitución del peso por el dólar y el cierre del Banco Central parecen aún muy lejanos.
Un método brutal pero necesario para algunos
Para Horacio, arquitecto, un año después de su aplicación, el método Milei es sin duda extremadamente brutal, pero necesario a pesar de todo. "El presidente es economista y está poniendo orden en las empresas. Sin él, estaríamos abocados al desastre, y él ha apagado el incendio", confiesa.
En términos macroeconómicos, es innegable que el golpe de austeridad del presidente ultraliberal ha dado sus frutos: la inflación galopante se ha frenado considerablemente y la moneda nacional se ha estabilizado, incluso apreciándose ligeramente. Pero ¿a qué precio?, se pregunta Paloma. "Las cifras están en verde pero la gente es más pobre, algo va mal", deplora.
Más de uno de cada dos argentinos por debajo del umbral de la pobreza
Sin embargo, el primer año de Javier Milei en el poder también ha estado marcado por una recesión económica, la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo y cuatro millones más de argentinos que viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que representa ya más de la mitad de la población del país.
A pesar de todos estos contratiempos, sigue gozando de casi el 50% de apoyo en los sondeos de opinión. "Pero si no consigue que la gente recupere parte de su poder adquisitivo, la paciencia de los votantes se agotará", pronostica uno de ellos.
Unos electores que volverán a las urnas a finales de 2025 para las elecciones generales, y para quienes la pobreza y la desigualdad sustituyen poco a poco a la inflación como principal preocupación.