Cinco meses después del incendio, y mientras  la zona setá siendo descontaminada, todavía se encuentran altos niveles de plomo alrededor de la catedral parisina de Notre-Dame.

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21 de septiembre de 2019, 8:09 AM
21 de septiembre de 2019, 8:09 AM

Esta vez, no se trata de escuelas sino de viviendas. Tomas hechas el pasado 6 de septiembre en un apartamento del distrito 7 de la capital francesa muestran tasas de plomo que llegan a más de 100.000 microgramos por metro cuadrado de polvo, según informa el diario Le Monde.

Es decir, un nivel 20 veces superior al valor de 5.000 µg/m2 al que se refiere la Agencia Regional de Salud (ARS) para activar protocolos de limpieza.

Las tomas y los análisis fueron realizados por iniciativa de los residentes, y confiados a un laboratorio independiente. Muestran concentraciones de plomo que van desde 280 µg/m2 en el interior del apartamento hasta 110.000 µg/m2 en el balcón.

“Consideramos esta vivienda como un apartamento testigo”, explica Jacky Bonnemains, presidente de la asociación Robin des Bois, que presentó una denuncia contra X tras haber alertado sobre los riesgos sanitarios relacionados con el plomo que se hizo polvo en el incendio del 15 de abril pasado.

Según Bonnemains, no cabe dudas: las partículas de plomo que fueron halladas son una consecuencia del incendio de Notre-Dame. El perímetro exacto que pudo haber sido afectado aún no está definido con exactitud.

Para el experto Fabien Squinazi, miembro de la comisión sobre riesgos ambientales del Consejo Superior de Salud Pública, “100.000 µg/m2 es una señal de contaminación evidente”. En 2014, Squinazi llevó a cabo un gran estudio sobre la presencia de este metal en viviendas y jardines, pero afirma en entrevista con Le Monde “no haber visto nunca” tales niveles de plomo.

“Estos valores superan los límites. A escala nacional, los valores más altos que habíamos encontrado eran de 3.000 µg/m2”, recalca. Esta cifra, según él, prohíbe reingresar al apartamento, recientemente renovado.

La asociación Robin des Bois estima que debido a estos resultados, las autoridades deben ahora “abrir un nuevo perímetro de investigaciones”: después de los espacios públicos y las escuelas, los hogares.

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