Trece días después de su muerte, y luego de un debate sobre qué hacer con su cuerpo, en la madrugada de este 24 de septiembre fue cremado el cadáver de Abimael Guzmán en contra de la voluntad de su esposa, encarcelada por terrorismo.

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24 de septiembre de 2021, 8:07 AM
24 de septiembre de 2021, 8:07 AM

Los restos del líder y fundador de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fueron incinerados en la madrugada del viernes en un hospital militar de Perú, 13 días después de su fallecimiento a los 86 años en la cárcel donde cumplía una sentencia de cadena perpetua. Se ignora sin embargo cuál será el destino de las cenizas del líder guerrillero.

Por nuestro corresponsal en Lima, Carlos Noriega.

Trece días después de su muerte, y luego de un debate sobre qué hacer con su cuerpo, en la madrugada de este 24 de septiembre fue cremado el cadáver de Abimael Guzmán en contra de la voluntad de su esposa, encarcelada por terrorismo.

No se informó previamente el momento y lugar de la cremación. Solamente pudieron estar presentes las autoridades. 

El destino de las cenizas del anciano líder de Sendero Luminoso, grupo armado maoísta derrotado hace más de dos décadas, se mantendrá en secreto.

Esto lo permite una controvertida ley dada por el Congreso después de la muerte de Guzmán, quien el 11 de septiembre falleció a los 86 años de una neumonía mientras cumplía cadena perpetua en una prisión militar. Estaba encarcelado desde hacía 29 años.

Para la derecha, un peligroso fantasma

El argumento para desaparecer los restos de Guzmán ha sido evitar que tenga una tumba que pueda convertirse en lugar de peregrinación de sus seguidores. Sin embargo, a Guzmán le quedaban pocos seguidores y éstos hace más de veinte años han renunciado a la lucha armada.

El conflicto armado interno iniciado por Sendero Luminoso en 1980 dejó cerca de 70 mil muertes, entre las causadas por el senderismo y por el Estado. El grupo se desmoronó luego de la captura de Guzmán en 1992. Queda una pequeña columna armada en una agreste zona cocalera, la cual hace más de veinte años rompió con Guzmán y se ha aliado al narcotráfico.   

El cadáver de Guzmán ha sido levantado como un peligroso fantasma por una derecha interesada en mantener vivo el miedo a Sendero Luminoso para atacar a la izquierda, y ahora al gobierno de Pedro Castillo, adjudicándoles supuestas simpatías senderistas para desacreditarlos.