El derrame de hidrocarburo es atribuido por la empresa petrolera española al oleaje causado por la explosión volcánica submarina ocurrida en Tonga

El Deber logo
15 de febrero de 2022, 8:57 AM
15 de febrero de 2022, 8:57 AM

La empresa española de petróleo culpa a los propietarios del buque carguero Mare Doricum de la marea negra del 15 de enero. Cerca de 12.000 barriles de crudo se derramaron en las costas peruanas causando una tragedia ecológica y pérdida de recursos para los pescadores de la zona.

La petrolera española Repsol informó que realizó una reclamación ante los propietarios del buque carguero Mare Doricum, por los efectos del derrame de casi 12.000 barriles de crudo en las costas de Perú.

"A través de sus abogados, Repsol ha presentado una reclamación ante los propietarios del Mare Doricum y sus aseguradoras, que supone el inicio del proceso de cobertura de los daños ocasionados por el derrame de petróleo", informó la empresa en un comunicado.

El Mare Doricum, de bandera italiana, es un carguero tipo Suezmax, construido en 2009 y propiedad de la armadora italiana Fratelli d'Amico.

La nave actualmente se encuentra fondeada cerca de las costas de La Pampilla y del puerto del Callao, el principal de Perú, con impedimento de zarpe por orden de las autoridades peruanas.

Repsol no precisó en qué instancia presentó el reclamo, ni cuáles son sus aspiraciones al respecto.

El derrame de hidrocarburo es atribuido por la empresa petrolera española al oleaje causado por la explosión volcánica submarina ocurrida en Tonga, en el océano Pacífico, cuando el Mare Doricum descargaba cerca de un millón de barriles de crudo en la refinería La Pampilla de Repsol, en la localidad de Ventanilla, 30 km al norte de Lima.

Los argumentos de Repsol

Repsol, a través de sus abogados, ha emitido a los propietarios y aseguradores de Mare Doricum una notificación que inicia el proceso para reclamar los daños causados ​​por el derrame de petróleo. 

Según la dirección de Repsol Perú, la rotura y el derrame se produjeron “por un movimiento brusco y anómalo del buque, algo que no debe ocurrir nunca. Durante la operación de descarga tiene que estar absolutamente inmóvil y perfectamente amarrado con las propias amarras del buque a nuestras boyas y con sus anclas y sus métodos de anclaje”, declaró Jaime Fernández-Cuesta, presidente Repsol Perú, según informaciones confirmada por RFI.

“[El petrolero] se mueve más de 50 metros y esto es lo que produce el derrame: el buque sigue unos minutos descargando tras la rotura. Cuando se advierte el afloramiento de combustible a superficie, se activa el plan de contingencia y antes de una hora queda rodeada toda la zona del terminal”, agregó Fernández-Cuesta.

El gobierno peruano ha calificado de "desastre ecológico" el evento, por el cual ya se impuso una multa de 122.000 dólares a Repsol, mientras resta otro procedimiento sancionador que podría conducir a otra multa por 4,7 millones de dólares.

Corrosión en tubos

En paralelo, el medio de investigación peruano Ojo Público reveló imágenes de corrosión en los tubos submarinos de la refinería que se rompieron, causando el derrame de miles de barriles de petróleo.

"Las fotos muestran las fotos que se rompieron debajo del mar en la refinería de La Pampilla en la terminal 2 y lo que se ven es la corrosión en los ductos. Unos expertos en estos procesos confirmaron que sí podrán haberse roto por una debilidad debido a una falta de mantenimiento", comentó a RFI Mitra Taj, la periodista autora de la investigación.

"Están buscando otros culpables"

Respecto al reclamo intentado por Repsol, el ministro de Ambiente peruano, Modesto Montoya, manifestó a la radio local RPP que "la empresa (Repsol) en vez de estar limpiando, están buscando otros culpables".

Según Montoya se han recogido unos 2.000 barriles del total vertido, y aunque calculó en 70% el avance de limpieza de las playas, subrayó que resta recolectar "todo lo que ha ido al fondo del mar".

Repsol asegura que a mediados del mes de marzo concluirá la limpieza de toda la costa contaminada con petróleo.

La mancha de crudo ha contaminado las aguas y costas hasta 140 kilómetros al norte de la Refinería, provocando la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos. Además, dejó sin poder trabajar a cientos de pescadores artesanales y comerciantes de las playas.

El presidente de Repsol Perú y tres gerentes más tienen prohibición de salida del país, mientras avanzan las investigaciones del derrame.

Con informaciones de la redacción de RFI y AFP.