'¿Y después?', se preguntan argentinos cercados por la inflación
Para los argentinos, el acuerdo voluntario del Gobierno con empresarios para mantener por 90 días los precios de más de mil productos básicos va en el buen sentido, pero no es suficiente
El Gobierno argentino alcanzó esta semana un acuerdo voluntario con empresarios para mantener por 90 días los precios de más de mil productos básicos de la canasta familiar, en un intento por contener la inflación. Nuestro corresponsal en Buenos Aires, Théo Conscience, entrevistó argentinos que se preguntan qué pasará después de ese lapso y piden que el congelamiento de los precios sea permanente.
Son 1.247 productos cuyos precios han sido congelados y que, espera el Gobierno, serán un "ancla para la inflación".
Según el acuerdo, los precios de esos productos correspondientes a los rubros de alimentos y limpieza, deberían retrotraerse al 1 de octubre y mantenerse inalterados hasta el 7 de enero.
Para los argentinos, la medida va en el buen sentido, pero no es suficiente. Argentina es uno de los países con una de los niveles de inflación más altos del mundo.
Carlos Alcorta, por ejemplo, no logra estimar cuánto va a gastar cada vez que va de compras al supermercado. El mes pasado, el costo de la vida subió un 3,5%. Alcorta, obrero, trabaja doce horas diarias.
"En un mes, la diferencia es terrible. Hoy gasté muchísimo dinero, pero regreso a mi hogar con una pequeña bolsa de compras. Los salarios no aumentan al mismo ritmo, así es imposible”, dice.
Alcorta ve con muy buenos ojos el congelamiento de los precios de los 1.200 productos de consumo cotidiano, pero se pregunta: "¿Y después?".
Por eso, Ana Gomez Chirino, una jubilada que también sale del supermercado, estima que esta medida debería ser permanente.
"No es comprensible que los alimentos que producimos en nuestro país, como la carne y la leche, alcancen precios como si vinieran del extranjero", dice indignada. "Necesitamos precios accesibles en el mercado doméstico", agrega.
Más de 50% de inflación en un año
Argentina lleva dos décadas de inflación crónica, con tasas de dos dígitos y una tasa acumulada de más del 52% en los últimos doce meses.
Tras el aumento del salario mínimo y de las ayudas familiares, esta congelación de precios forma parte de una serie de medidas en favor del poder adquisitivo decididas en las últimas semanas por el Gobierno, que se encuentra en una situación delicada de cara a las elecciones legislativas parciales del 14 de noviembre.
