Ganaderos de la zona denuncian la internación de reses vivas al país. La sequía golpea con dureza a la región. El Gobierno activó un plan para perforar 155 pozos en todo el país para paliar el fenómeno climático

3 de septiembre de 2020, 21:43 PM
3 de septiembre de 2020, 21:43 PM

Ahí donde los árboles secos y la tierra árida extrañan las lluvias, ahí en donde pese a no haber casi nada, hay vida. Ahí, un lugar al que todos conocen como el Chaco, dos cosas preocupan a sus habitantes: la falta de agua; producto de una grave sequía y el contrabando de ganado vivo

Si, ahí en plena zona fronteriza con Argentina y Paraguay, en donde la presencia del Estado se limita a unos escasos puestos militares, los contrabandistas de ambos países aprovechan las brechas abiertas en ese inhóspito paraje para internar ganado en desmedro de la producción nacional.

Así lo advirtió el presidente del Comité Cívico de Villa Montes, Carlos Gutiérrez. El hombre señaló que aprovechando la vasta frontera con ambos países el ganado argentino y paraguayo llega de forma ilegal a los mercados de la zona.


"Esto no solo nos perjudica a nosotros, sino también a Santa Cruz, porque varias cabezas pasan a este departamento", alertó Gutiérrez.

El hombre hizo esta denuncia delante de una comisión gubernamental que llegó hasta la comunidad Renacer, donde el Gobierno activó un plan de mitigación de la sequía.

Los reclamos fueron escuchados por el Ministro de Defensa, Fernando López, que se comprometió encontrar una solución.

A lo mismo se comprometió la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Eliane Capobianco. Ambas autoridades indicaron que pondrán sus buenos oficios para poder paliar el problema.

"Ojalá sea así", dijo Gutiérrez.

La denuncia fue confirmada por el presidente de la Federación de Ganaderos de Villa Montes, Roger Villa. El ganadero suma a este problema, la fuerte sequía que azota a la región, en donde ya se siente la falta de agua y forraje.

"No tenemos agua, ni alimento para el ganado. No queremos levantar las manos (como mendigos), pero es que no llovió nada aquí", señaló.

En la zona habitan 240.000 cabezas de ganado. Todas se nutren de la vegetación existente en este confín boliviano; que durante las épocas de lluvias se reverdece. Pero ahora ese verdor no existe, hoy solo hay un horizonte de bosque seco golpeado por el sol, y un suelo árido: la descripción perfecta de la desolación.

A esta compleja situación, el tráfico de ganado reduce el mercado para los productores nacionales.

"No podemos vender nuestro producto. Indicios hay y pruebas también. Están trayendo ganado de Argentina y Paraguay, por eso exigimos un mayor control de las autoridades", dijo.

Pese a los problemas el productor es optimista. La comisión estatal, que llegó hasta esta comunidad, es la primera, en 14 años, que pisa el suelo chaqueño.

Plan de mitigación

La sequía no golpea solo a Villa Montes, según el Ministerio de Defensa hasta la fecha existen 20 municipios, a escala nacional, que tienen el mismo problema.

Por eso, desde el Gobierno se delineó un plan que contempla la perforación de 155 pozos de agua en todo el país. Este proyecto ayudará al suministro de agua para consumo humano, de animales y para el riego en las zonas afectadas y se complementarán a los 207 pozos que se perforaron anteriormente.

Por ejemplo, en la región del Chaco, en donde no llueve desde hace ocho meses, se tiene programada la perforación de 37 pozos, de los cuales dos se excavaran en Villamontes y uno en Ibibobo.

Los trabajos comenzarán este 5 de septiembre.

Dentro de esta iniciativa, el ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, destinó tres equipos de trabajo que incluso ya están trabajando en los municipios de Cabezas, Yacuiba y Lagunillas, entre otros, que fueron declarados en emergencia por esta sequía.

En la región de la Chiquitania, se ejecuta la perforación de 35 pozos, con una inversión aproximada de Bs 8 millones, de estos, 33 se perforan en terrenos difíciles.

En el Chaco, Livia Rojas, espera que la ayude llegue a la comunidad el Renacer, en donde ya se comenzaron a registrar la muerte de algunas cabezas de ganado.

“Acá a unos cuatro kilómetros ya se perdieron 20 cabezas de ganado. Nosotros tenemos el requerimiento de cuatro pozos”, dijo esperando que las promesas se concreten, ahí en la tierra castigada por el sol, que espera que el agua caiga del cielo o se extraiga de su subsuelo.