Los expertos señalan que el estilo de vida y los hábitos serán claves a la hora de ‘ganar’ años de lucidez

16 de marzo de 2023, 12:36 PM
16 de marzo de 2023, 12:36 PM


Como ocurre con otros órganos del cuerpo humano, también el cerebro se deteriora y envejece con el paso del tiempo. Ello puede reducir las capacidades y funciones que normalmente tiene. Sin embargo, prevenir graves deterioros o impactos muy negativos es posible y está al alcance de todos.

En la Semana Mundial del Cerebro, tres neurocirujanos aconsejan los mejores hábitos para tener una buena salud cerebral. La Semana Mundial del Cerebro se celebra desde 1996, la segunda semana de marzo, como una iniciativa de la Fundación Dana para las Iniciativas Cerebrales.

Al igual que lo que sucede con aquello que no se usa y se desecha, el cerebro descarta aquellas habilidades y funciones que la persona no usa. Poco a poco puede perder la destreza alcanzada si no se practica. Dado que el cerebro funciona como una red de circuitos neuronales, aquello que no se practica se pierde; el cerebro no toma como prioridad lo que no se usa, explica el neurólogo Erick González.


EJERCICIO

La neuróloga Marcia González señala que es fundamental tener una permanente actividad mental, lo que se logra aprendiendo, ya sea un nuevo idioma, a tocar un instrumento, o algún área del conocimiento que suponga un reto para la persona.

Deben ejercitarse la memoria, el cálculo y la lectura, añade, lo que coincide con el neurólogo González, que compara al cerebro con los músculos del cuerpo, que precisan ejercitarse. El profesional indica que hacer análisis y planes mentales, también son buenas formas de mantener activo el cerebro. Señala que, así como existe la llamada estimulación temprana para los niños, para los adultos está la estimulación cognitiva.

La neuróloga Elizabeth Crespo sostiene que se debe incentivar la parte didáctica del cerebro y que, además de las actividades ya mencionadas, deben incluirse juegos con figuras, con frases, la música y la conversación como apoyos cognitivos.

Mientras más pronto se empiecen con estos hábitos será mejor, favorecerán a preservar el cerebro y sus funciones con buena salud por más tiempo, manifiestan los especialistas.

La salud del cerebro, sin embargo, no se limita a estos ejercicios, sino que también guarda relación con la alimentación, el ejercicio físico, el sueño y evitar el estrés crónico y el consumo de alcohol y sustancias nocivas.

ALIMENTACIÓN

Una dieta balanceada, que incluya verduras, frutas frescas y frutos secos, baja en grasas y en alimentos procesados es fundamental, de acuerdo con la neuróloga González. Crespo indica que el consumo de pescado es beneficioso, lo mismo que una buena hidratación. El neurólogo González señala que la comida chatarra y la grasosa, además de ser dañina para las arterias y afectar la circulación sanguínea, es una mala influencia de estímulos placenteros para el cerebro, que crean falsas conexiones neurológicas, como las que causan adicción.

EJERCICIO FÍSICO

De acuerdo con el neurólogo, realizar ejercicio cardiovascular, que ayuda a oxigenar los tejidos, entre 30 y 45 minutos al día, reduce el riesgo de demencia y de padecer enfermedades como el párkinson.

De su lado, su colega, Marcia González manifiesta que la actividad física debe realizarse al menos 30 minutos al día, tres veces por semana. Esta práctica ayuda también a disminuir el estrés. Crespo recuerda que las actividades físicas deben realizarse según la edad de cada persona. Señala que la caminata y la natación son buenas opciones, al igual que los ejercicios aeróbicos. Sugiere realizar estos ejercicios al aire libre.

El baile, el ritmo, ayuda a detener el deterioro del cerebro, manifiesta la neuróloga González, por lo que también es una práctica recomendada.

SUEÑO

Los especialistas recomiendan dormir de seis a ocho horas diarias durante la noche, pues en ese tiempo el cerebro se desinflama, consolida y elimina recuerdos, según sea necesario, y elimina aquello que no le es útil.

EVITAR EL ESTRÉS

Un alto nivel de estrés diario provoca daños neurológicos, puede provocar el llamado burn out, señala Marcia González, que añade que también puede generar enfermedades siquiátricas, además de palpitaciones, dolor de cabeza e insomnio.

Por su lado, Erick González manifiesta que el estrés sostenido libera una descarga de adrenalina que aumenta la frecuencia cardiaca, el azúcar en la sangre y la presión arterial. Todo esto provoca fatiga cerebral, insomnio, ansiedad y contracturas musculares. El deterioro cognitivo puede ocurrir, afirma.

EVITAR EL ALCOHOL

El consumo del alcohol empeora el envejecimiento, interfiere en la memoria y algunas funciones intelectuales y aumenta el riesgo de las lesiones cerebrales. Pero también su consumo excesivo y, a largo plazo, ocasiona cambios en las neuronas, como reducción en su tamaño; demencia, depresión y dependencia a esta sustancia.

En el caso de las drogas, estas pueden modificar zonas importantes del cerebro, que se ocupan de funciones vitales, además que favorecen el consumo compulsivo de más drogas.

CONTROLES

La neuróloga González aconseja acudir, al menos, cada dos años a la consulta con un especialista para valoración de su estado, conocer si existe alguna patología y como prevención.

Crespo, por su parte señala que es importante comenzar con los hábitos saludables para el cerebro cuanto antes y no esperar a los 65 años, cuando el deterioro ocurre. Lo que coincide con Erick González, que señala que si se empieza a los 30 años, se “ganarán” años de lucidez.