Si por cualquier causa tienes que poner una inyección, aquí te contamos cómo hacerlo

16 de marzo de 2023, 14:09 PM
16 de marzo de 2023, 14:09 PM

Vacunas, adrenalina, analgésicos… te mostramos cómo poner una inyección intramuscular y te contamos cómo hacerlo paso a paso, qué zona del cuerpo elegir según la edad o la dosis a inocular y precauciones a tomar. 

Existen muchas maneras de administrar los medicamentos (oral, intravenosa…), una vía que se decidirá en función del tipo de medicamento, el estado del paciente o la rapidez con la que se quiere que haga efecto el fármaco. 

Una de estas formas es mediante la inyección intramuscular, una forma que conocerás bien si eres una de las personas que se ha vacunado contra el covid-19, la gripe o la hepatitis. Y es que, las vacunas son un gran ejemplo de inyección intramuscular, pues es una manera sencilla de administrar el fármaco y de esta forma existen menos riesgos de efectos secundarios. 

Las inyecciones intramusculares, se pinchan en el músculo, donde se libera el producto que contiene, este método es compatible y la mejor opción en un gran conjunto de medicamentos que serían complicados o imposibles de poner por vía intravenosa o por vía oral.​
A diferencia de los pinchazos subcutáneos, las inyecciones penetran hasta capas más profundas, en las fibras musculares. En esta zona hay menos terminaciones nerviosas y tiene una gran vascularización, por lo que es el sitio perfecto para introducir un fármaco sin apenas molestias para el paciente.

¿Cuándo se pone una inyección intramuscular?

Se administra cuando se trata de medicamentos que pierden su efecto en contacto con los jugos gástricos o por compuestos generados por el hígado, por lo que no podrían ser tomados por vía oral.

Otro, cuando el paciente tiene problemas para tragar o deglutir, además de cuando se trata de dosis de volúmenes mayores que no podrían ponerse de manera subcutánea.

Las inyecciones intramusculares se pueden poner en la cadera, glúteo, muslo o brazo, la elección dependerá de la edad, el volumen del medicamento y la situación del paciente

Algunos de los fármacos que con más frecuencia se indica su administración por vía intramuscular son:

• Analgésicos: que reducen o alivian los dolores, uno muy común es el Nolotil, que también se encuentra disponible en este formato.

• Antibióticos: medicamentos que combaten infecciones bacterianas, como la penicilina, o la cefoxitina.

• Antiinflamatorio no esteroideo (AINE): bajan la fiebre, la inflamación y el dolor. Algunos ejemplos son el diclofenaco cuando hay dolor, cólico intenso, o el metamizol ante la presencia de nauseas y vómitos.

•Corticoides: usados normalmente para tratar la artritis reumatoide, enfermedad intestinal inflamatoria, asma o alergias, entre otras patologías, también en pacientes con lumbalgia que no responden a otros tratamientos. Un ejemplo de este fármaco es la hidrocortisona.

• Epinefrina: este fármaco con adrenalina está indicado para casos de anafilaxia, una reacción alérgica exagerada.

• Tratamiento hormonal: como los análogos de la gonadotropina, por ejemplo para tratar la pubertad precoz. También se administran de esta forma los esteroides anabólicos, que son variaciones sintéticas de la hormona sexual masculina testosterona que sirven para tratar varios trastornos médicos, pero que algunos atletas y fisioculturistas los utilizan de forma indebida para mejorar su rendimiento deportivo o su apariencia física.

• Vacunas: es la manera más común de administración, por ejemplo, se ponen así las vacunas contra el covid-19, la hepatitis A, meningococo, gripe, hepatitis B, virus del papiloma humano (VPH) o la polio, entre muchas otras.

• Vitaminas: como la vitamina B1, B6 y B12, o la vitamina K a los recién nacidos.

Riesgos y precauciones

Como ya hemos dicho anteriormente, lo más adecuado y recomendable es que sea un sanitario el que coloque la inyección intramuscular. Sin embargo, en algunas ocasiones son los propios pacientes o personas de su entorno los que tienen que inyectar el medicamento en el domicilio.

Este tipo de inyecciones pueden estar contraindicadas en pacientes que tengan alteraciones en la coagulación, enfermedad vascular periférica oclusiva, edema, shock, después de tratamientos trombolíticos, ante un infarto agudo de miocardio debido a que la absorción periférica está alterada, tal y como se advierte en el documento del Hospital Universitario Reina Sofía.

Recuerda que si se deben realizar inyecciones frecuentes es recomendable cambiar el lugar en el que se administran.

Por otro lado, indican que las inyecciones intramusculares no se deben administrar en zonas inflamadas, con edema, irritadas, en marcas de nacimiento, lunares, cicatrices u otras lesiones de la piel, debe ser en piel sana y limpia. Algunos de los efectos adversos de las inyecciones intramusculares, independientemente del fármaco inyectado, son contracturas, parálisis, irritación local, hematomas, neuropatía, dolor, sangrado, entre otros.

En cualquier caso, si después de la inyección intramuscular aparece una erupción, una sensación constante de picor, dificultad para respirar o se hinchan labios, boca o cara, acude de inmediato a emergencias.

¿Qué pasa si entra aire en una inyección intramuscular?

A muchas personas les preocupa el hecho de introducir pequeñas burbujas de aire al inyectar el medicamento. Sin embargo, que entre una pequeña cantidad de aire en la piel o en el músculo generalmente no es perjudicial, el verdadero riesgo es que no se administre la cantidad exacta de medicamento por la presencia de ese aire en el émbolo.

Este miedo procede del peligro que conlleva inyectar aire en el torrente sanguíneo, pero se requeriría entre 50 y 70 ml de aire para que se produjese una embolia gaseosa, es decir, la entrada peligrosa de una burbuja de aire en el corazón. Esto es muy difícil puesto que las jeringuillas que se usan son de una capacidad entre 1 y 5 ml.

Este contenido es simplemente informativo, por ello, recomendamos que las inyecciones intramusculares, o de cualquier tipo, sean administradas por un profesional sanitario cualificado. En caso de que se requiera la inyección domiciliaria de un paciente, serán los enfermeros los que nos indiquen cómo colocar estas inyecciones correctamente adecuándose a vuestro caso.

PUNTOS CLAVES   

MUSLO

Suele elegirse la zona del vasto lateral o el recto del fémur. Es de fácil acceso por si hay que autoinyectarse. Zona con menos vasos sanguíneos y menos nervios.

Edad y dosis: en adultos que tienen que ponerse el fármaco ellos mismos (de 0,1 ml hasta 5 ml) y en el vasto lateral también se puede poner a niños menores de 3 años (de 0,1 ml hasta 1 ml). Se usa esta zona para pinchar antieméticos, sedantes o soluciones oleosas.

Dónde pinchar: cuando se inyecta esta zona hay que dividir mentalmente el muslo en tres partes iguales y pinchar en la zona del medio.


BRAZO

Concretamente en el músculo deltoides, es una zona visible y cómoda para la administración de inyecciones en pacientes sentados, tumbados o de pie. Es el sitio más usado para poner las vacunas a los adultos.

Edad y dosis: mayores de 7 meses y volúmenes en adultos comprendidos entre 0,1 y 2 ml.

Dónde pinchar: el músculo deltoides forma un triángulo invertido y se deberá colocar la inyección en el medio de ese triángulo.



CADERA

Se coloca en el músculo ventro-glúteo, una zona que está libre de vasos sanguíneos y nervios y que tiene un tejido subcutáneo más fino, de ahí que se considera una de las más seguras.

Edad y dosis: a partir de los 7 meses y se puede inyectar de 0,1 ml hasta 5 ml de fármaco. Hay que tumbar a la persona de lado y colocar la mano extendida donde el muslo se encuentra con la nalga, apuntando el pulgar hacia la ingle del paciente y los dedos hacia la cabeza. Debes sentir el hueso en la punta del dedo índice y deberás pinchar en el medio de la V que se forma.



GLÚTEO
El músculo dorso-glúteo (cuadrante superior externo de la nalga) es el elegido para poner la inyección en esta zona, sin embargo, tiene la desventaja de que hay una mayor presencia de vasos y nervios, una baja absorción y un tejido subcutáneo más grueso.

Edad y dosis: mayores de 3 años y volúmenes en adultos de hasta 5 ml. No se recomienda en personas mayores para evitar golpear el nervio ciático.

Dónde pinchar: se debe dividir el glúteo en cuatro mediante dos líneas imaginarias perpendiculares y se pinchará en el cuadrante superior más exterior.