Información veraz, clara y objetiva, ayuda al adolescente a tomar decisiones responsables

1 de junio de 2023, 18:19 PM
1 de junio de 2023, 18:19 PM

Los adolescentes bolivianos comienzan su vida sexual activa, a partir de los 13 años de edad, de acuerdo con estadísticas que son citadas por las sexólogas Marion Schulmeyer y Teresa Méndez. El dato puede alarmar a los padres, pero esta no es, necesariamente, una realidad para cada uno de los adolescentes, y puede ser una decisión que ellos pospongan para cuando se consideren listos, si es que cuentan con la información y el diálogo adecuados dentro de la familia, en primera instancia, y la guía profesional, en segunda.

Schulmeyer, Decana de la Facultad de Humanidades de la UPSA, manifiesta que la educación sexual en la familia es muy importante, porque es en la familia donde: se transmiten valores, se aprenden formas de relacionarse con los demás, formas de comunicación, de autocuidado, etc.

Las profesionales afirman que la educación sexual debe empezar en etapas tempranas del niño o de la niña, desde los dos años, señala Méndez; desde que va al nidito, indica Schulmeyer. La idea es que se trabaje el tema de manera paulatina y con contenidos adecuados a la edad de esa persona en formación.

EN LA FAMILIA

Para hablar sobre la sexualidad, papá y mamá, son los más indicados, coinciden las sexólogas. ¿Cómo hacerlo? De la forma más normal, y respondiendo a las preguntas que los hijos realizan.

Schulmeyer manifiesta que el componente morboso lo ponen los adultos; invita a los padres a cuidarse de no transmitirlo a los hijos. Méndez indica que hablar sobre sexualidad debe ser una “charla de almuerzo”, con claridad, sin asco ni vergüenza.

El objetivo, señala, es desarrollar, en el adolescente, un sentido crítico y de responsabilidad sobre sí mismo, y de respeto hacia los otros.

Ambas concuerdan en que, si los padres tienen dificultades, o les faltan herramientas para tratar estos temas deben buscar ayuda para superarlas.
Abordar la sexualidad en familia, con ambos padres, favorecerá a que: los adolescentes puedan llevar una vida sexual saludable, que sean capaces de decidir en qué momento empezar su vida sexual activa; sean conscientes de lo que implica iniciar una vida sexual activa y de las consecuencias que pueden existir; tengan el respeto por sí mismos, y por su cuerpo, así como el de los otros.
 
VIDA SEXUAL ACTIVA

Que un adolescente tenga una vida sexual activa sí debe preocupar a sus, padres, señala Schulmeyer porque, debido a que el cerebro no termina de formarse hasta los 25 años, los adolescentes no son igual de capaces que un adulto de medir las consecuencias de sus actos.

Insiste en la necesidad de brindar información de cuidado personal a muy temprana edad, y destaca que esa información debe ser objetiva, porque cuando se castiga, reprime o tabuiza,se consigue el efecto contrario.
 
PREVENCIÓN

Méndez señala que esta es solo una pequeña parte de la educación sexual que, en su visión integral, aborda temas, como el desarrollo de autoestima, el deseo, la identidad de género e identidad sexual. Sin embargo, cuando toca hablar de prevención del embarazo y de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) expresa que es necesario conocerlos y recibir una guía profesional.

Se refiere al preservativo como la principal barrera para evitar embarazos e ITS, pero recuerda que no basta con tener acceso a ellos, sino que es necesario saber usarlos. También sostiene que el uso del preservativo no es solo una responsabilidad del varón.

Méndez aconseja a las jóvenes que se decidan a usar anticonceptivos, acudir a una consulta ginecológica, de manera que los especialistas puedan prescribir los más adecuados para ellas.

Alerta que al ser compuestos hormonales y las adolescentes estar en pleno desarrollo, estos tratamientos pueden generar alteraciones hormonales. Schulmeyer expresa la necesidad de que los adolescentes dispongan de toda la información que se requiera para poder asumir conductas responsables de autocuidado, sobre todo considerando que, en promedio, su vida sexual activa comienza a los 13 años.
 
LA CONSULTA

Acudir a la consulta ginecológica con los padres puede ser una buena opción, si existe un canal de comunicación abierto, indica Méndez, quien además señala que habrá mayor seguridad para la adolescente. Sin embargo, esta no suele ser una práctica común. Indica que, a veces, las adolescentes se reúnen en grupo y asisten a la consulta.

Schulmeyer, por su parte, manifiesta que cuando un adolescente comienza a tener una pareja estable, ambos deben acudir a un ginecólogo. Recuerda que asumir una conducta sexual responsable en la pareja es de dos, no solo de la chica o solo del chico.