Las estadísticas muestran que las vacunas cumplen con su función: reducir la gravedad y las muertes

19 de agosto de 2021, 11:01 AM
19 de agosto de 2021, 11:01 AM


En Bolivia la vacunación contra el covid-19 es voluntaria, pero algunos gobiernos municipales han impuesto la exigencia del certificado de vacunación para ingresar a restaurantes y otros locales a fin de incentivar la vacunación y apuntar a la reactivación económica. En paralelo, algunas instituciones públicas y privadas han empezado a exigir este documento a sus trabajadores.

Estas medidas parecen estar dando resultado, al menos en la capital cruceña, porque en los últimos días repuntó la afluencia de gente a los puntos de vacunación, lo que se refleja en las estadísticas departamentales. Hace dos semanas la cifra diaria de vacunados había caído hasta los 4.200, pero este martes se alcanzó los 17.315 en toda la jornada.

No obstante, todavía hay gente que se resiste a la dosis por temores fundados en las miles de publicaciones que se comparten a través de las redes sociales que desacreditan a la vacuna; mientras que otros simplemente no se hacen vacunar por falta de accesibilidad a la dosis y otros -que ya tuvieron covid- porque creen que tienen una inmunidad asegurada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aboga por que la vacuna siga siendo voluntaria, pero pide mejorar los canales de información para llegar a la población indecisa, resaltando especialmente los beneficios de la dosis.

Pero, ¿cómo persuadir a quienes dudan de la dosis? Estos son algunos de los argumentos a los que puede recurrir.

EFECTIVIDAD

No debería haber ninguna duda al respecto: las vacunas contra el covid-19 están salvando vidas, dicen los expertos de la OMS.

Como ejemplo se pueden citar las estadísticas recientes de Reino Unido. En un estudio que siguió a más de 200.000 personas, casi todos los participantes habían desarrollado anticuerpos contra el virus dentro de las dos semanas posteriores a su segunda dosis.

A pesar de las preocupaciones iniciales sobre la efectividad contra la variante delta, los análisis sugieren que tanto la AstraZeneca como la Pfizer-BioNTech reducen las tasas de hospitalización en un 92 y 96%.

NADIE ESTÁ A SALVO

El infectólogo pediatra Carlos Paz señala que, incluso, quienes ya tuvieron covid-19 deben vacunarse, porque la inmunidad dejada por la enfermedad es variable, puede durar varios meses o pocos. Además, hay que tomar en cuenta el surgimiento de variantes que “burlan la inmunidad dejada por los anticuerpos” y que la reinfección aumenta el riesgo de gravedad y de muerte.

El especialista agrega que las personas saludables también deben vacunarse, pues después de más de 4 millones de muertes en el mundo “vemos que no se trata de una simple gripe”. ¿Quién no conoce a gente joven y saludable que ha perdido la batalla frente al virus?, agrega. El médico señala que existen muchas variables que determinan si una persona se va a enfermar con gravedad: no solamente está la edad y los factores de riesgo, sino también aspectos genéticos que hacen que la respuesta inmune lleve a una evolución más grave. Y también está que algunas variantes se ensañan con personas jóvenes y sin factores de riesgo.

COSTO VERSUS BENEFICIO

Como lo han repetido muchos profesionales de la salud, los riesgos de efectos secundarios graves de una vacuna son mínimos en comparación con el riesgo de la enfermedad en sí.

“Las reacciones adversas no son preocupantes, incluso, en los niños: fiebre, dolor y enrojecimiento en el lugar de la aplicación de la inyección son las reacciones comunes. La intensidad puede variar de una persona a otra, pero no hay no nada malo en ello”. Las reacciones son las mismas a las de otras vacunas.

Y si hablamos de beneficios, las cifras hablan por sí solas. Los números están ahí, las vacunas son seguras y funcionan para lo que fueron diseñadas: disminuir internaciones y muertes. Un ejemplo claro es lo que ocurre en Uruguay, donde estudios realizados muestran que la vacuna Pfizer redujo en un 97,80% los ingresos a terapia intensiva y en un 96,16% las muertes; mientras que la Sinovac, en un 90,87% los ingresos a terapia intensiva y en un 94,65%, las muertes.

Con respecto a los riesgos de trombosis por la vacuna AstraZeneca, en Bolivia no se conocen casos de este problema relacionado con esta vacuna. Tome en cuenta que los estudios indican que hay más riesgos de tener trombosis por causa de la infección por el virus que por la vacuna. “Nuevamente los beneficios son infinitamente superiores a los riesgos”, dice Paz.



REDUCE LAS MUERTES

Los datos obtenidos en Estados Unidos también muestran que las vacunas salvan vidas. Más del 99% de las muertes por covid-19 ocurridas en junio de 2021 se produjeron entre personas no vacunadas. La cifra fue expuesta por Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Acotó que probablemente esta sea una tendencia que viene ocurriendo desde principios de 2021. “Los datos preliminares de una colección de estados durante los últimos seis meses sugieren que el 99,5% de las muertes por covid-19 han ocurrido en personas no vacunadas”, dijo Walensky.

NO SE CENTRE EN LOS MITOS

Los expertos también sugieren saber abordar el tema de la vacuna con los indecisos.

El Dr. Saad Omer, director del Instituto de Salud Mundial de Yale, dice que el debate no debe centrarse en un mito concreto, porque siempre van a aparecer otros. Pero a veces no queda más remedio que abordar la información falsa. Cuando se encuentre en esa situación, sugiere emplear el siguiente planteamiento: verdad, aviso, mito, verdad. Así es como funciona:

Comience con la verdad. Las vacunas contra el covid-19 son extremadamente seguras y eficaces.

Advierta sobre el mito. Diga, “está circulando una información falsa acerca de...” Mencione la falacia (mito) a la que se refiere.

Termine con la verdad. Demuestre por qué el mito no es cierto. Lo más importante es “que reemplace la información falsa por la información correcta”, concluye.