Más allá de las ideologías, todos los estados del mundo buscan seguridad en las vacunas contra el Covid-19

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2 de enero de 2021, 12:46 PM
2 de enero de 2021, 12:46 PM

Por: The conversation

Ya están aquí. La maquinaria de vacunación se pone en marcha simultáneamente en varios continentes. Hay que aplaudir. Pero también hay que empatizar con quienes, desde un mundo ajeno a la ciencia, necesitan que se les aclaren aspectos importantes antes de dar el paso decisivo y ofrecer su brazo desnudo a la revolución biotecnológica.

Las aclaraciones las vamos a reunir en cuatro categorías conceptuales:

a) Verdades

1.- La pandemia ha puesto en peligro a los dos grandes tesoros de todos los países: su población y su economía. Independientemente de ideologías, partidos políticos, situación geográfica, trayectoria histórica o estrategias geopolíticas, la búsqueda de la vacuna es interés común de absolutamente todos los estados.
2.- Que un país priorice la lucha contra el SARS-CoV-2 no sirve de nada si el resto del planeta no hace lo mismo.
3.- Las vacunas salvan vidas. Según la prestigiosa viróloga Marie-Paule Kieny, nada ha contribuido más al aumento de la tasa de supervivencia de la humanidad que la potabilización de las aguas y las vacunaciones masivas.
4- Es la primera vez en su historia que la Ciencia se une en la causa común de encontrar una solución generalizada que nos proteja contra el Covid-19. Esto significa dinero, prioridad en la investigación científica y las mejores mentes especializadas trabajando en ello.

b) Mentiras

1.- Las vacunas alteran nuestro ADN porque son de ARN, que es material genético. Incierto. Las vacunas de última generación (como las de Pfizer y Moderna) se basan en introducir en las células los moldes para la síntesis de anticuerpos contra el virus en forma de moléculas de ARN mensajero (ARNm). Ciertamente. Pero esto se hace en el citoplasma celular, que es donde están los ribosomas (las fábricas de anticuerpos). Nuestro ADN está encerrado en el núcleo de la célula, donde ni huele a los ARNm que han entrado en el citoplasma de nuestros linfocitos.
2.- No ha habido tiempo suficiente para hacer una vacuna segura. Incierto. Las fases protocolizadas en el proceso de generación de las nuevas vacunas no se han saltado, sino que se han solapado. Ello, unido a que se han realizado a tiempos diferentes en distintos países, ha posibilitado ganar meses. Por tanto, la monitorización de la toxicidad, la inmunogenicidad y los AAG (acontecimientos adversos graves) a gran escala, necesaria para conseguir la aprobación de la EMA, se ha realizado correctamente.

c) Dudas

1.- Cuando nos vacunemos, ¿estaremos protegidos para siempre contra el virus?
Respuesta: No lo sabemos.
2.- La fase que realmente falta en todos los procesos de generación de nuestras novedosas vacunas es la fase IV. Ahí es donde se recogen los datos acerca de la inmunidad a largo plazo.
3.- Si me vacuno, ¿Podré olvidarme para siempre de las incómodas medidas de protección?
Respuesta: No
Recordemos que las vacunas de Pfizer y Moderna tienen una eficacia muy buena (superior al 90%) pero no total, esto es, no se garantiza que el 100% de los vacunados queden libres de la incidencia de la enfermedad si contactan con el virus.
4.- ¿Las vacunas pueden generar reacciones alérgicas peligrosas?
Respuesta: No depende de la vacuna en sí, sino de las características del sistema inmune de quien la recibe.

d) Tonterías

1.- EL SARS-CoV-2 es “la gran mentira de los gobiernos”. La vacunación forma parte de una gran conspiración para introducirnos microchips y tenernos controlados de por vida
Respuesta: Aghhhh!!!
Tantos siglos de avance del conocimiento científico para esto… Por favor, haga caso a los especialistas y deje a los miguelesbosés y similares para bailar cuando todo esto pase.