Es la principal causa de muerte de mujeres en Bolivia y el tipo de tumor más frecuente en Santa Cruz

9 de septiembre de 2021, 13:48 PM
9 de septiembre de 2021, 13:48 PM


El cáncer de cuello uterino es el mal silencioso que más vidas de mujeres se lleva en Bolivia, siendo el responsable de la muerte de tres féminas por día en el país.

Después de más de un año de la pandemia, en el que bajaron los niveles de cobertura de vacunación, las autoridades sanitarias buscan dar un impulso al esquema de inmunización, que incluye la dosis contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), causante de esta enfermedad.

De acuerdo con los datos oficiales, en el país mueren cada año un promedio de 1.000 mujeres por esta causa, lo que significa que cada día el cáncer de cuello uterino apaga la vida de tres mujeres.

Si se revisan las estadísticas departamentales, los datos del Instituto Oncológico muestran que en 2019 fallecieron 79 mujeres por cáncer intrauterino, que es el más letal de todos los tumores tratados (66) en este centro especializado.

El cáncer de útero es también el tumor más frecuente en el departamento. El Oncológico detecta un promedio de 250 casos nuevos por año. Las autoridades sanitarias recuerdan que este asesino silencioso puede ser derrotado a través de la prevención; es decir, mediante la vacunación y con el diagnóstico precoz, a través de los exámenes de papanicoláu.

El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Erwin Viruez, recuerda que los centros de primer nivel ofrecen pruebas gratuitas de papanicoláu y la vacunación contra el VPH a niñas de 10 años que no hayan sido inmunizadas para prevenir el cáncer de cuello uterino cuando sean mujeres adultas.

El causante

El VPH es el causante de uno de cada veinte casos de cáncer en humanos (uno de cada diez en mujeres). Es el responsable prácticamente de la totalidad de los cánceres de cuello uterino, así como de una proporción variable de cánceres de vagina, vulva, ano, pene y orofaringe: alrededor del 60 % de las neoplasias de vagina, el 40 % de los cánceres de vulva y pene, hasta el 85 % de los cánceres de canal anal y entre el 30 % y 70 % de los carcinomas de orofaringe.

De las implicaciones del VPH con los diferentes cánceres, la mejor definida es la del cáncer de cuello uterino. El cáncer de cuello de útero es el cuarto tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres en el mundo.

A escala global se diagnostican anualmente más de 550. 000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y mueren más de 300. 000 mujeres por esta enfermedad. La historia natural de la infección por el VPH en las otras regiones anatómicas diferentes al cuello del útero, es menos conocida.

¿Cómo se contagia?

La infección genital por el VPH es tremendamente frecuente. Los VPH se transmiten principalmente por contacto sexual. Se estima que aproximadamente entre el 50 y el 80% de las mujeres sexualmente activas entran en contacto con el VPH en algún momento de su vida.

A pesar de que la mayoría de las personas adquiere este virus poco después de iniciar su vida sexual, la infección puede producirse en cualquier momento de la vida.

Diversos factores, como el inicio precoz de las relaciones sexuales o el número de parejas sexuales, aumentan el riesgo de infección, mientras que otros, como la vacuna frente al VPH o la utilización de preservativo, lo reducen.



De la infección al cáncer

La infección por el VPH no causa síntomas y, en general, se elimina espontáneamente. Las defensas de cada individuo se encargarán de eliminar el virus. Por tanto, la mayoría de las infecciones durarán solo unos meses (o unos pocos años) y muchas de ellas pasarán desapercibidas.

Sin embargo, entre un 10 y un 15% de los casos el VPH no se eliminará y persistirán durante décadas. La persistencia viral es la condición necesaria para que aparezcan lesiones premalignas. Si estas lesiones no se diagnostican precozmente y no se tratan, puede aparecer un cáncer.

La capacidad de persistencia del VPH depende de múltiples factores: factores virales (el tipo de VPH o la carga viral), factores del individuo infectado (si este tiene alguna enfermedad o toma medicación que debilite su sistema de defensas) y factores ambientales (como el tabaco, el tipo de anticonceptivos que utiliza, el número de parejas sexuales, entre otros).

Prevención

La prevención primaria ( vacunas) y secundaria (cribado) son las principales herramientas que tenemos para evitar la infección y el desarrollo de lesiones premalignas y cáncer.

En el año 2006, se empezaron a comercializar dos vacunas capaces de prevenir la infección por los tipos de VPH 16 y 18, los dos tipos de VPH responsables del 70 % de los cánceres de cuello de útero y de la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH en otras localizaciones (vagina, vulva, pene, canal anal y orofaringe).

Actualmente, existen tres vacunas comercializadas para prevenir el VPH que han demostrado una altísima seguridad y eficacia (próxima al 100%) en prevenir la infección y, por tanto, también la aparición de lesiones. Con ellas, es posible impedir el desarrollo de cerca del 90% de los cánceres causados por este virus.

Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la administración sistemática de vacunas frente al VPH y la mayoría de los países, siguiendo sus directrices, han incorporado la vacuna en sus programas de inmunización.