El lado positivo de la pandemia son los testimonios de vida de personas que, por el temor a que su salud se complique si contraían el virus, dejaron el cigarrillo y otros tomaron la decisión de lograr un peso saludable. Aquí les presentamos algunas historias

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2 de septiembre de 2020, 10:29 AM
2 de septiembre de 2020, 10:29 AM

Tiene 25 años y al menos seis de ellos con el cigarrillo entre los dedos.  "Empecé a fumar porque la chica con la que salía en esa época fumaba y dije por qué no hacerlo", comenta Luis Alfredo Osinaga Durán. En un día normal fumaba entre dos y tres cigarrillos, pero en los días de mucho estrés en la universidad, especialmente durante el tiempo de exámenes y elaboración de proyectos, consumía 10 o más de cigarrillos. Y también había días en los que no fumaba ni un cigarrillo, generalmente los días que no salía de su casa.

Es estudiante de la carrera de  Diseño Integral de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) y le apasiona el trabajo manual, por ejemplo, es un capo para hacer maquetas, figuras con papel y cartulina, y trabajos en madera. Estudió la escolaridad en su natal Vallegrande.  

Cuando el Sarv Cov-2 pisó suelo boliviano, Osinaga tomó la decisión de dejar de fumar. y lo hizo de un día para otro. "Dejé el cigarrillo después de seis años y lo hice por el bienestar de la familia, ya que si yo me enfermaba de Covid-19 y me complicaba sería mi culpa y afectaría a mi familia", afirma.

Para entonces, los medios de comunicación en el país informaban que las personas adultas mayores y con enfermedad de base, con sobrepeso y fumadores tenían mayor posibilidad a agravar su situación con el coronavirus. Esta situación ya se había reportado en varios países de Europa, que fueron, después de China, los primeros en reportar casos positivos de coronavirus.

 Su determinación fue radical. A pesar de ello, el fue víctima del Covid-19 y presentó fatiga y un poco de dificultad respiratoria, aunque logró salir victorioso.

Se hizo más llevadera la crisis que enfrentó por la abstinencia, que sintió casi al mes de haber dejado de fumar, gracias a varias cosas que ocurrieron, como el no poder salir de su hogar, el distanciamiento social y la incertidumbre de lo qué iba a suceder con las clases de la universidad, entre otras. 

Melisa Claros, es otra de las personas que fue radical en dejar el cigarrillo después de 20 años, por temor a que su salud se complicara en caso de contagiarse de coronavirus.  Han pasado un poco más de cinco meses desde que se desató la crisis sanitaria en el país, y ella no ha vuelto a agarrar un cigarrillo para fumar.  Su esposo y sus hijos coinciden que fue una de las cosas positivas que trajo este nuevo virus. "No, no vuelvo a fumar. Sentí un temor grande porque le consulté a un pariente médico y me dijo que el Covid-19 atacaba los pulmones y por eso los fumadores formaban parte del grupo de riesgo". Ese mismo día lo dejó. Tejer, preparar postres y comida criolla para vender le ayudaron a enfrentar la ansiedad que le provocó dejar este vicio.


Patricia Becerra (33) no tenía problemas con el cigarrillo, pero sí con el sobrepeso. Sus abuelos fallecieron por diabetes y uno de sus tíos enfrenta complicaciones en sus riñones por este mismo problema. La hipertensión, diabetes, sobrepeso y patologías cardiacas, están identificados como factores de riesgo o condicionantes de complicación en caso de ser afectados por el coronavirus. Eso hizo que Becerra determinara cambiar sus hábitos alimenticios. No contrató un catering y tampoco siguió a alguna influencer reconocida en las redes sociales. Ni consumió algún brebaje mágico, peor contratar algún instructor Fitness. Dejó todos los carbohidratos y azúcares refinadas. "No hay milagros, se necesita voluntad y, en mi caso, fue el temor a infectarme de Covid-19 y que se complique mi salud. Fue aterrador pensar en que si me pasara algo, dejaría  huérfanos a mis dos hijos", aseguró.

Se sacó 10 kilos de encima y, por supuesto, ganó salud y vitalidad. Le gusta cómo luce y está decidida a no abandonar su régimen que ella misma se lo creó y con el cual se siente cómoda, además a sus caminatas y un esquema básico de ejercicios. Hasta ahora se mantienen invicta de coronavirus, pero no oculta su temor a contagiarse. "Entre las cosas buenas que trajo este virus, es que después de ocho años me animé a adoptar un estilo de vida saludable e me ayudó a dedicarme, como nunca, a mi salud".