Olas de calor: ¿Cómo protegerse y prevenir riesgos para la salud?
Santa Cruz afronta temperaturas récord provocadas por el cambio climático y el fenómeno de El Niño. El calor incrementa los riesgos de deshidratación y problemas respiratorios.
El cambio climático ha intensificado las olas de calor en Santa Cruz y conlleva consecuencias significativas para la salud pública. Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre las temperaturas extremas, causadas por el fenómeno de El Niño, han provocado olas de calor prolongadas que afectan tanto a la vida urbana como rural.
La deforestación masiva en la región, particularmente en Santa Cruz, ha contribuido a la modificación del clima local, agravada por los efectos del cambio climático y el consiguiente incremento de las temperaturas. Ante este cuadro, se eleva el riesgo para la salud de la población por las olas de calor, que repercuten en enfermedades relacionadas con el estrés térmico, deshidratación y problemas respiratorios, especialmente en las poblaciones más vulnerables.
Katherine Orellana Cardozo, especialista en Salud Pública y docente de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), señala que la ola de calor que afecta actualmente a Santa Cruz está teniendo repercusiones importantes en la salud, especialmente en grupos vulnerables como los adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas. En lo que va de 2024, las temperaturas han alcanzado entre 36°C y 42°C. Este aumento extremo de las temperaturas ha generado múltiples alertas meteorológicas y sanitarias.
El fenómeno de El Niño, junto con los efectos del cambio climático, ha intensificado estas olas de calor, exacerbando los riesgos de golpes de calor, deshidratación y complicaciones graves en personas con problemas cardiovasculares, respiratorios y renales. "Los golpes de calor son una de las principales causas de muerte relacionadas con el clima, y pueden llevar a fallos orgánicos si no se tratan adecuadamente", comentó Orellana.
Prácticamente, las recomendaciones básicas serían mantenerse hidratados, evitando el consumo de bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína, ya que estas aumentan la pérdida de líquidos. También es muy importante evitar la sobreexposición al sol, limitando las actividades durante las horas de mayor intensidad solar, que son aproximadamente entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.
Otros consejos que brinda la especialista para los días de mucho calor apuntan a:
Mantenerse bien hidratado: Beber agua regularmente, incluso cuando no se sienta sed, para prevenir la deshidratación.
Evitar bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína, ya que aumentan la pérdida de líquidos en el cuerpo.
Limitar la exposición al sol: Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., cuando los rayos solares son más intensos.
Realizar actividades en horarios frescos: Limitar las actividades al aire libre durante las horas de mayor calor y buscar sombra o lugares frescos.
Proteger a los grupos vulnerables: Prestar especial atención a los niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, asegurándose de que estén bien hidratados y protegidos del calor.
Reconocer problemas de salud por calor: Estar atentos a los síntomas de golpes de calor, agotamiento por calor y deshidratación, que pueden agravar enfermedades crónicas y, en casos severos, provocar fallos orgánicos.