Una serie infantil, creada por Miga y protagonizada por títeres, transmitirá valores en torno a la alimentación y dará a conocer el patrimonio alimentario de Bolivia. Una propuestas divertida y creativa que se estrenará por YouTube el 14 de abril

28 de marzo de 2021, 16:24 PM
28 de marzo de 2021, 16:24 PM

La crisis sanitaria debido al Covid-19 nos ha llevado a cambiar nuestras costumbres, redescubrir otras y repensar el estilo de vida que llevamos, además de analizar la manera en que cuidamos nuestra salud y cómo nos alimentamos.

Acerca de esta última interrogante fue que empezó a discurrir el Movimiento de Integración Gastronómica Alimentaria de Bolivia (MIGA) “Esas reflexiones nos llevaron a darnos cuenta de que cambiando nuestros hábitos de alimentación podíamos, y todavía podemos, hacer frente al Covid-19, la pandemia y todo lo que signifique generar una mejor calidad de vida”, explica Lesly Salazar, directora de la institución, que busca la puesta en valor del patrimonio alimentario boliviano, pero además, cuenta Salazar, se dieron cuenta que un público sensible y más receptivo a generar esos cambios son las niñas y niños.

A partir de ahí es que empezaron a trabajar en una propuesta que contribuya a provocar ese cambio y que también esté ligado a la premisa que tiene la institución con el patrimonio alimentario del país.

Fue así que surgió la idea y puesta en marcha de Migafonos una serie web infantil con títeres y escenarios reales para promocionar valores en torno a la alimentación, que ya tiene su primera temporada lista y será estrenada en las redes sociales el próximo 14 de abril.

La serie, de seis episodios breves y una canción original, cuenta la historia de un grupo de niños y niñas que conforman una banda de rock llamada Los Migafonos: Chilto, Muña, Asaí e Isaño y su vecina que es una abuela que les enseñará acerca de los productos y recetas ancestrales de Bolivia. Ella será la vía para que los pequeños conozcan el valor de nuestro patrimonio alimentario como una herencia cultural y para que conozcan más detalles acerca de los sistemas productivos y los productores que se cultivan en los campos del país.

En esta primera temporada Migafonos girará en torno a las papas nativas del país “En Bolivia tenemos 1.586 variedades de papas nativas. De una manera lúdica y sencilla, los niños protagonistas de la serie van intercambiando criterios acerca del tema con la abuela. 

Ella para nosotros simboliza el reconocimiento de nuestro patrimonio alimentario. Es la memoria que tiene que existir en nuestras familias y en la que nosotros permanentemente, desde Miga, vamos fomentando con distintas acciones, porque lo que queremos es que no se pierda la historia detrás del plato que preparan las abuelas, las mamás y que las formas de compartir la alimentación puedan estar siempre presente”, afirma Salazar.

Pero no solo de los alimentos y su origen, hablará la serie, también aborda temas de género e interculturalidad. El personaje de Isaño, por ejemplo es paceño y es el compositor oficial de la banda de rock, mientras que Muña es tarijeña, ella toca la guitarra y tiene un carácter maternal con sus compañeros. En tanto Asaí, que es la más pícara del grupo, es de Beni. A ellos se les suma Chilto, que es de Cochabamba y es el más chistoso, además de que le encanta comer.

A lo largo de la temporada se conocerán más detalles de cada uno de ellos y de la región de donde son originarios. Además las niñas serán personajes activos y harán escuchar sus propuestas e ideas.

La Producción

Paulo Aranda junto a Sebastián Molina fueron los directores y los encargados de la producción de la primera temporada de Migafonos. Una tarea en la que tuvieron que agudizar su creatividad, optimizar recursos y trabajar en condiciones poco convencionales para mantener las normas de bioseguridad.

“En el camino vas encontrando formas y técnicas artesanales de resolver las dificultades”, dice Aranda y cuenta que para lograr la calidad que tiene la serie trabajaron mucho la preproducción. El guion estuvo a cargo del equipo de comunicación de Miga, los audios fueron previamente grabados por locutores profesionales y el trabajo con los títeres estuvo a cargo del grupo de teatro Grito, “Para dar vida a cada muñeco se necesitan dos personas y hay escenas en las que están juntos 5 muñecos de frente, lo que significa que en el piso hay 10 personas en un espacio ajustado”, cuenta Aranda y que reconoce estar satisfecho con el resultado final y ya con la experiencia como para hacer nuevas temporadas de la serie.