El tratamiento para la recuperación del olfato depende de las causas. Existen múltiples causas que pueden producir una pérdida de olfato. Hay tratamientos eficaces

2 de marzo de 2023, 16:26 PM
2 de marzo de 2023, 16:26 PM

De los cinco sentidos clásicos –audición, gusto, olfato, tacto y vista– probablemente nunca le hayamos dado tanta importancia a la capacidad de oler como cuando muchos de nosotros la perdimos a causa de la infección por coronavirus SARS-CoV-2. Y es que la anosmia o pérdida del olfato fue uno de los signos que alertaron de un posible contagio a muchas personas que no presentaban ningún otro síntoma del covid-19. 

De hecho, muchos de los afectados por covid persistente no han llegado a recuperar el olfato meses después de pasar la infección. Este 27 de febrero se celebró el Día Mundial de la Anosmia, y aprovechamos para analizar en qué consiste, sus causas y consecuencias y qué soluciones existen para recuperar el olfato.

Qué es la anosmia

La anosmia es el término que define la pérdida total del sentido del olfato, cuando el paciente no huele absolutamente nada, ya que si se trata de una pérdida parcial se conoce como hiposmia”, nos explica la Dra. Adriana Izquierdo, coordinadora de la Unidad de Olfato en el Hospital de Terrassa.

Otras alteraciones olfativas de la que conviene diferenciarla son la cacosmia, en la que se percibe un olor desagradable debido a estímulos que se desencadenan en el organismo sin la presencia de moléculas olorosas en el ambiente, la parosmia, que se caracteriza por una distorsión olfatoria que convierte los olores normales en pestilentes, y la fantosmia o percepción de un olor desagradable que no es real (su nombre por asociación con olores fantasma).

Causas de la anosmia

Existen múltiples causas que pueden producir una pérdida total del olfato, afirma la Dra. Izquierdo, que también es especialista en alergología. “Las más frecuentes son post virales –como hemos aprendido con la pandemia de covid-19–, inflamaciones en las fosas nasales, como la poliposis nasal o la rinitis alérgica, los traumatismos craneoencefálicos y las enfermedades neurodegenerativas, como alzhéimer, párkinson, ciertas demencias… Esto engloba entre un 70 y 80% de causas de anosmia, y otro porcentaje que rondaría el 20% serían las congénitas –nacer sin ciertas estructuras del olfato–, por exposición a determinados fármacos o tóxicos, o por tumores cerebrales”.

 Los motivos por los que perdemos el olfato son:

- Infecciones del aparato respiratorio, como el catarro, la gripe o el covid-19 pueden provocar una pérdida temporal del sentido del olfato.

- Envejecimiento: el 20-30% de los mayores de 65 años presenta una disfunción olfatoria, que puede llegar a afectar al 75% de los mayores de 80 años, según la SEORL-CCC.

- Sinusitis aguda.

- Lesiones cerebrales.

- Medicamentos (antihistamínicos, antibióticos, estrógenos…).

- Cirugías nasales.

- Pólipos nasales o desviaciones del tabique nasal.

- Enfermedades neurodegenerativas: demencia, alzhéimer, párkinson…

- Exposición a la contaminación atmosférica

- Inhalación de sustancias químicas tóxicas, como el benceno, los disolventes de pintura, o insecticidas, entre otras.

- Consumo de drogas, como la cocaína.

Consecuencias

La falta de olfato también nos impide identificar amenazas (gas abierto, incendios…) y, por ejemplo, podemos sufrir intoxicaciones alimentarias por consumir alimentos en mal estado al no ser capaces de percibir el mal olor que desprenden, o no tener ganas de comer por no apreciar el sabor de los alimentos, lo que puede conducir a la malnutrición y a una pérdida de peso no deseada.

Tratamiento

La anosmia se puede revertir en muchos casos y su tratamiento depende de la causa por la que se ha perdido el olfato. “Si la causa es una inflamación, por ejemplo, por una poliposis nasal o por rinitis alérgica, hay medicamentos antiinflamatorios para disminuir la inflamación de la mucosa nasal y que el paciente recupere el estímulo de odorantes. Si la causa son virus, aparte de tratar la infección viral, está indicado el entrenamiento olfatorio: entrenar el olfato para volver a ganar memoria olfativa y recuperar el olfato”.

El tratamiento con mejores resultados ha sido la rehabilitación olfatoria durante entre seis y 12 meses, según la SEORL-CCC, que añade que es una terapia no invasiva y especialmente recomendable para la recuperación del olfato tras una infección viral.

Explican que los otorrinolaringólogos siguen unas pautas estándar para la rehabilitación del olfato que consiste en realizar todos los días dos ejercicios de exposición a cuatro odorantes: frutal, mentolado, aromático y floral, y que a estos se han ido añadiendo otras variedades de olores y concentraciones. Los aromas más empleados en caso de anosmia suelen ser el limón, el clavo, la menta y la rosa.