La composición inmunológica de la población es una mezcla. No hay todavía una variante que anule los beneficios de las vacunas

4 de agosto de 2022, 15:56 PM
4 de agosto de 2022, 15:56 PM

Por: The New York Times

El bombardeo de subvariantes de la variante ómicron del coronavirus se ha sentido como una larga ola. Y han surgido muchas preguntas en medio del bullicio. ¿Estamos ante la aparición de variantes de coronavirus completamente nuevas que son inmunes a las vacunas y a las infecciones anteriores? Si nos seguimos reinfectando, ¿es inevitable que la mayoría de nosotros acabemos por desarrollar covid-19 prolongado?

La respuesta es no, en resumen.

Nuestro sistema inmunitario funciona como un inversionista sabio pero precavido, que calibra las respuestas en función de la magnitud y el alcance de las diversas señales de peligro detectadas durante la infección. En general, cuanto mayores sean los síntomas y la enfermedad de infecciones como el covid-19 o la influenza, más fuerte será la respuesta de los anticuerpos. Cuando los anticuerpos existentes son bastante buenos para mantener la enfermedad al mínimo, tendemos a ver cantidades mucho más bajas de anticuerpos que cuando alguien termina hospitalizado por el coronavirus.

Las vacunas son una buena manera de evitar ese problema: estimulan nuestro sistema inmunitario para que produzca anticuerpos y otras defensas a la medida, incluso cuando no hay enfermedad.

Ahora mismo la composición inmunológica de la población es una mezcla. Las personas que se infectaron con variantes anteriores ahora pueden contagiarse de coronavirus de las subvariantes de la ómicron, aunque ya estén vacunadas.

Puede que las personas que nunca se han enfermado se estén enfermando en este momento. Es cierto que algunas personas que se infectaron por una variante anterior de la ómicron en diciembre, enero o incluso menos tiempo se estén contagiando ahora de la subvariante BA.5 y desarrollen la enfermedad.

Por desgracia, esta situación actual, en la que algunos son susceptibles de infectarse por primera vez mientras que otros permanecen protegidos, no ayuda con los matices. Pero a pesar de la habilidad de la ómicron para burlar los anticuerpos, está claro que la inmunidad previa, ya sea por vacunas o por infecciones anteriores, protege de resultados graves como la muerte y la hospitalización. Todavía no existe una variante que anule los beneficios de las vacunas.

Hace poco, un estudio temprano, que no fue arbitrado, argumentaba que las reinfecciones son tan peligrosas como las infecciones primarias, pero de ninguna manera eso significa que los científicos y los expertos médicos llegaron a un consenso al respecto (en realidad, el estudio solo demostró que reinfectarse es peor que no reinfectarse).

Otros científicos están preocupados por los riesgos a largo plazo de varias reinfecciones. Sin embargo, no se discute que la inmunidad previa, en la mayoría de los casos, reduce la gravedad de las infecciones posteriores. Contraer el coronavirus más de una vez o después de la vacunación no pone necesariamente a alguien en riesgo de padecer las formas más graves y crónicamente debilitantes de covid-19, aunque se necesita más investigación para entender qué podría predisponer a alguien a ello.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos debería actuar con rapidez para autorizar nuevas dosis de refuerzo contra las subvariantes de ómicron. Los datos existentes sugieren que las dosis de las vacunas actualizadas serían más efectivas para prevenir infecciones que continuar con el uso de las dosis de refuerzo actuales.

Mientras tanto, si eres elegible, lo mejor es que te pongas un refuerzo de las vacunas disponibles, que siguen siendo bastante buenas para evitar la hospitalización y la muerte.

Usar cubrebocas cuando te encuentres con otras personas en espacios cerrados, como restaurantes, cuando el número de casos es elevado sigue siendo aconsejable para quienes prefieren no poner a prueba su inmunidad actual. Por fortuna, existen cocteles de anticuerpos monoclonales que siguen siendo eficaces contra la subvariante BA.5. Uno de estos productos, Evusheld, se administra de forma profiláctica para proteger a los pacientes, mientras que otros se utilizan para tratar infecciones graves. El Paxlovid también puede ser una opción para las personas elegibles que den positivo.

La mayoría de los inmunólogos que conozco son optimistas, con cierta cautela, sobre nuestras perspectivas a largo plazo. No sabemos exactamente lo que este virus hará en el futuro y nunca debemos ser negligentes con quienes tienen un perfil de alto riesgo o están lidiando con una infección prolongada de covid-19. No obstante, la mayoría de nosotros podemos tener confianza en nuestros sistemas inmunitarios, en especial cuando hacemos uso de las vacunas y los refuerzos. Puede que hasta ahora la historia tenga pocos precedentes para la actual pandemia de covid-19. Pero esta situación no es nada nueva para nuestros sistemas inmunitarios.