Debe aproximadamente 6 millones de dólares. El club está obligado a pagar cerca de medio millón para no seguir perdiendo puntos para el campeonato 2021 y evitar que lo desafilien.

14 de enero de 2021, 10:22 AM
14 de enero de 2021, 10:22 AM

San José de Oruro corre el riesgo de colapsar por motivos económicos. Necesita de manera urgente por lo menos 3 millones de dólares para pagar deudas, evitar el descenso, y el peligro de desaparición.

La advertencia la hizo el presidente, David Rivero, al dar a conocer la cruda realidad de la entidad orureña, sumida en crisis desde hace varios años. Rivero se refirió a cuantiosas deudas adquiridas en las anteriores gestiones.

Las deudas no pueden ser cuantificadas, indicó el dirigente, pero calcula que ascenderían a más de 5 millones de dólares. “Podrían llegar a 6 millones”, dijo Rivero, electo en el cargo hace unos días.

Indicó que, por lo pronto, se requieren unos 3.5 millones para hacer frente a lo más urgente y evitar que a San José le quiten más puntos por deudas a jugadores (Carlos Saucedo, Rodrigo Ramallo y Javier Sanguinetti) y a los entrenadores Eduardo Villegas y Omar Asad.

Puntos perdidos

El “santo” perdió 3 puntos por la deuda con Saucedo, y si no cancela en estos días, perderá otras tres unidades. De no solucionar el problema, la próxima semana podría ser marginado de la División Profesional.

El directivo reiteró que urge evitar la catástrofe, el descenso de categoría, y el riesgo de desaparición del club.

Los puntos que perdieron por el caso Saucedo, encendió las alarmas y movilizó incluso a las autoridades orureñas.

Publicaron un curioso comunicado en la que le piden a Saucedo que aparezca para llegar a un acuerdo económico.

Rivero dijo que en Oruro se sabe que antes no hubo dirigencia sino “delincuencia” y que las peores gestiones fueron las últimas, encabezadas por Wilson Martínez y Huáscar Antezana. 

“Estos delincuentes tienen que pagar por lo que han hecho, nos han dejado al club en una crisis total”, señaló.

Rivero considera que también hay intereses oscuros en contra de San José. “No puede ser que en solo una semana hayan llegado tantas demandas como nunca antes en su historia. Es sospechoso. Seguro que los delincuentes están esperando que muera”, sostuvo.

La situación se agravó en 2020 porque no se solucionó ninguno de los problemas.