Siete internos que eran afines a la directiva del regente Leónidas Rodríguez están ahora en otro recinto por seguridad. Autoridades se reunieron ayer pero las decisiones no se dieron a conocer

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24 de febrero de 2017, 5:00 AM
24 de febrero de 2017, 5:00 AM

Siete internos que eran afines o gente de confianza del actual regente del PC-4 o régimen abierto, Leónidas Rodríguez D., salieron del recinto por temor a ser agredidos por las personas que causaron la pelea, que acabó con un muerto y dos heridos la tarde del martes. Los proscritos ahora están más seguros en el PC-6, según datos oficiales.


El coronel Guido Plata, gobernador del penal, señaló que esos privados de libertad fueron aislados, pero no porque estén implicados en el hecho sino por temor a sufrir represalias. Uno de ellos tuvo que saltar la barda perimetral del PC-4 para salvar su vida, puesto que una turba coreaba ferozmente su nombre y lo buscaba para acabar con él luego de haber golpeado a tres de sus amigos. En tanto que los otros seis abandonaron régimen abierto por decisión propia.


Las víctimas fueron Jaime Fernández Crespo (fallecido), José Eduardo Díez Rojas y Carmelo Ferrufino García (heridos).

Control y negocio
Todo estalló en las oficinas de la regencia: un edificio de dos plantas ubicado en la entrada al PC-4, donde desde las 18:15 se realizaba una reunión entre la dirigencia y los representantes de los pabellones. Las autoridades policiales y del penal indicaron que el pleito se originó por desavenencias en la organización del Carnaval y la versión de los familiares de las víctimas es que todo se debió a una pugna de poder liderada presuntamente por el subregente Víctor Hugo Escóbar Orellana, alias Oti, por la repartija del dinero que se recauda en régimen abierto.


La esposa y la hermana cerraron filas por Oti ayer fuera de Palmasola. “Él no tiene nada que ver, estos señores (los golpeados) intentaron agredirlo y la población reaccionó, porque hacían cobros irregulares y extorsionaban a los familiares de los internos para garantizarles tranquilidad”, dijo Lilian Ibáñez Pantoja, esposa de Oti.
“No entiendo por qué los medios han manifestado que esto es una pugna de poder; no hay ninguna pugna de poder porque Leónidas y Oti siguen ocupando sus cargos. La pugna era la de los ahora heridos que querían perpetuarse en el cargo. Estos señores venían enriqueciéndose con el dinero de los internos con tanto abuso; Ferrufino cobraba Bs 850 a los nuevos para la limpieza del penal”, explicó Shirley Escóbar, hermana de Oti.


En un informe escrito sobre los hechos, elevado a Iver Melgarejo (director de Régimen Penitenciario), el remitente es Víctor Hugo Escóbar Orellana (subregente) no el titular Leónidas Rodríguez, quien, sin embargo, firma al pie del documento junto con otros tres dirigentes.


A decir de un testigo clave, Oti ganó las elecciones en enero de este año para ejercer como subgerente, pero prácticamente ha desplazado a Rodríguez en el mando y, por ende, a su gente de confianza.
“Ferrufino era el tesorero encargado de recaudar el dinero de los nuevos que llegan, para el mantenimiento del PC-4; ‘Martillo’ (Díez Rojas) administraba los productos de Coca Cola y de la Pil; es harto movimiento de plata acá, y Jaime (fallecido) era coordinador de disciplina igual que yo. Oti nos sacó de circulación y ha puesto en esos cargos a otras personas”, dijo un interno que salió de PC-4 por seguridad.


Ayer se reunieron Jorge López e Iver Melgarejo, directores nacional y local de Régimen Penitenciario; el gobernador del penal, Cnl. Guido Plata, y representantes de la regencia, pero el resultado de la cita no se dio a conocer.
El gobernador dijo que la regencia del PC-4 dará un voto resolutivo y que el traslado de internos a otro penal por este problema está latente; solo se espera el informe de la pesquisa de la Felcc