Obtuvo una pasantía de tres meses en el restaurante Rendamar, de cuatro estrellas. Junto a su mamá, Cinthya Romero, y su familia organizan ventas de comidas los fines de semana para reunir dinero y comprar el pasaje

1 de julio de 2022, 8:23 AM
1 de julio de 2022, 8:23 AM

Un emotivo post en la cuenta de Facebook de Cinthya Romero narra parte de la historia de su hijo, André Rivero, quien a sus 10 años tomó su primer curso de cocina para niños y al concluir las clases decidió que quería ser chef. 

Hoy está a punto de culminar la carrera de Gastronomía en la UDI (Universidad para el Desarrollo y la Innovación) y ha sido aceptado para hacer una pasantía de tres meses en el restaurante Randemar -Palma de Mallorca, España- pero al no contar con los recursos para su pasaje y gastos de estadía, este sábado se realizará la segunda venta de comida para poder reunir dinero y cumplir su sueño. 

“Seamos parte del sueño de André”, dice el arte que ofrece lasaña de carne y chancho al horno, los cuales se agotaron a menos de 24 horas de haber sido posteado. “No podemos vender más por la capacidad de los hornos”, responde Cinthya ante los llamados de la gente que busca aportar con su grano de arena para el añorado viaje del joven de 22 años, que actualmente trabaja en un reconocido pub de la ciudad.

Conversamos con André justo antes de que empiece su jornada laboral. Ingresa a las 17:00 y sale a las 2:00 de la madrugada del día siguiente. Hace siete meses que fue contratado al concluir sus prácticas universitarias, dejará el puesto a mediados de este mes por su viaje al exterior, que siente que podrá realizar gracias al apoyo de su familia, en especial de su mamá, y de quienes compren los platos. 

André se encarga de una de los dos platos que ofrecen  en cada evento, para este sábado preparará chancho al horno. Dado el interés que despertó su historia en las redes, tiene previsto repetir nuevamente la venta de comidas el próximo fin de semana.



Anuncio compartido en redes sociales 

Si bien aún no ha comprado su pasaje, todos los días revisa los precios online para encontrar una buena tarifa dado que es temporada alta en Europa. En cuanto a sus trámites de visado y permisos, ya están por concluir, los empezó hace poco más de un mes. La pasantía incluye alojamiento y viáticos.

Quiere explorar el mundo de la gastronomía más allá de la cocina, por eso postuló a la pasantía en Rendamar porque, además de hablar inglés, requisito indispensable, podrá trabajar en coctelería, barismo y en el salón comedor. “A los 10 años supe que quería ser chef cuando hice unos cursos de cocina”, responde cuando le preguntamos desde cuándo siente pasión por la gastronomía.

Han pasado 12 años desde sus primeros pasos en la cocina de su abuela, los mesones de prueba de la universidad, sus primeras experiencias laborales y ahora está a punto de vivir el mayor desafío de su carrera: formar parte del staff de un restaurante europeo de cuatro estrellas.

A sus 13 años en la cocina de su abuela/Foto: gentileza de la familia Rivero